LA VITRINA
El hijo desobediente
Por Claudia Zapata
Lejos de lo que se esperaba en el segundo debate organizado por el Instituto Electoral de Tamaulipas, en el que únicamente se presentaron dos de los tres candidatos a la gubernatura, simplemente quedó en mero trámite.
Y es que, los debates entre contrincantes que se disputan un puesto de “poder”, más que buscar un ganador, son ejercicios que deben ser bien aprovechados, sacar ventaja de la narrativa; sobresalir no necesariamente con propuestas, porque esas en una hora no se logran desglosar.
Los debates si bien no definen un triunfo, sí son bien aprovechados, pueden sembrar emociones en el imaginario social y hay que recordar, que la gente vota con los sentimientos y no con la razón. Los debates son para lucirse.
César Verástegui Ostos, candidato de la alianza “Va por Tamaulipas”, aprovechó un poco más el debate, tuvo más tiempo de plantear sus propuestas, pero lo importante es que se vio más relajado, sonriente, más auténtico. Esto es lo que recordará la gente.
Arturo Diez de Movimiento Ciudadano, no cambió mucho su narrativa y sí, repitió lo que en el debate pasado quedó en la memoria del imaginario social, “soy el único que visitó los 43 municipios”, y esto se trasformó en los “memes” que lo posicionaron un poco; para bien o para mal se quedó en la mente y eso es lo que cuenta.
Y bueno, Américo Villarreal al igual que en el primer debate no le dieron chance ni de asistir, pero tampoco se notó su ausencia; y aunque la ley no obliga a participar en estos ejercicios de dialogo, ya deberían hacer modificaciones para, o eliminarlos o que se una obligatoriedad de los contendientes asistir por lo menos a un debate organizado por el órgano electoral.
En la Vitrina: La ausencia de información causa especulación. Carlos Peña, “El Makito”, solicitará licencia ante el cabildo para separarse de su cargo como alcalde de Reynosa, se dice que, uno: que tiene pendientes con la justicia y dos, que ya no quiere obedecer a su mamá.
