Rodolfo González: origen y vocación social

Por Daisy Verónica Herrera Medrano

Ciudad Victoria, Tam.- Hombre de valores y retos, disciplinado, Rodolfo González Valderrama interpreta la mística del gobierno de la Cuarta Transformación: “Muchas nueces y poco ruido”.

Compañero de Andrés Manuel López Obrador desde tiempos universitarios, está convencido que lo más trascendente en la función pública “son los encargos y no los cargos”.

-¿Cómo es trabajar con Andrés Manuel?-
“Hay que trabajar ahí las 24 horas, estar al pendiente y también es como él lo dice, es de encargos, no de cargos, y hay que dar resultado… es una gran distinción poder ser parte de su administración”.

El Director de Radio, Televisión y Cinematografía de la secretaría de Gobernación, tampiqueño por nacimiento, vive los nuevos tiempos políticos de México y de Tamaulipas.

Habla de su familia, su formación, creencias, aficiones, y hace hincapié en el anhelo de ver a Tamaulipas en paz, alejado de esa leyenda negra de la violencia, y no descarta una candidatura por el partido Movimiento de Regeneración Nacional al Gobierno del Estado, para lo cual se declara “estar listo”.

“Sería una honrosa distinción y, si no lo fuera, también listo para servir donde lo crea conveniente el Movimiento, siempre con la visión del encargo, no tras el cargo”.

-¿Listo para gobernar?
“Estoy listo. Listo para lo que decida el Movimiento”.

Hijo de petrolero, desde los 16 años trabajó con su padre a Pemex, algo que no nunca olvidará y menos si conserva con celo su primera indumentaria laboral:

“Guardo mi credencial de trabajador de esa época, mis botas mineras de casquillo y el traje color caqui que utilizábamos. Ya no me quedan, pero las guardo”.

Comparte con emoción la etapa de preparatoriano que definió su carrera profesional: Iba para médico en Tampico, pero ingresó a Sociología en la UNAM. Los jesuitas con los que estudió, le hicieron cambiar de opinión.

“Cuando entré a la preparatoria quería ser médico cuando y salí con otra vocación. Los jesuitas cultivaban mucho la responsabilidad social y decían, hay que servir a la gente como tú quieras”.

Tiene presentes los mensajes formativos del colegio:
-¿Quieres ser médico? Sé el mejor médico ¿sacerdote? Sé el mejor ¿quieres ser servidor público? Sé el mejor servidor público, y eso fue lo que a mí en especial me cambió.

Sonríe de buena gana al repetir el pasaje de cuando su padre fue a reclamar a los sacerdotes.

“Yo lo traje aquí porque quería ser médico y ya le lavaron el cerebro –recuerda que les dijo….No te preocupes”, lo calmó él, con el comentario de que ya tenía que irse a la ciudad de México porque en ese momento, en Tamaulipas, “no había la carrera que yo quería”.

Se tituló en Sociología por la UNAM en 1982.

ORIGEN
Rodolfo nació el Día del Niño, 30 de abril, de 1956 en la popular colonia Tamaulipas, en medio una familia de cinco hermanos, una mujer y cuatro varones.

Su madre vive. A los 91 años, ha superado un ataque del coronavirus y se sigue preocupando por su hijo como en la niñez y adolescencia.

Difícil para él olvidar el pacífico Tampico de la época en que acostumbraba pasar los fines de semana en la playa, hasta las tres o cuatro de la mañana, para regresar a casa en tranvía o bicicleta sin riesgos de seguridad.

“El tranvía ya no existe, pero era como el de San Francisco, de madera y luego fue uno eléctrico.

Desde su juventud aprendió a nadar y practicó atletismo. Sigue haciendo ejercicio como forma de preservar la salud.

Se considera creyente de Dios pero no tan religioso, cree en la convivencia, respeto, diversidad, pluralismo y, sobre todo en el valor humano, “todas las personas tienen un valor”.

Formó un hogar con Silvia Janeth e integran a la vez “una familia grande”, de cinco hijos, a quienes describe como los dedos de una mano, “vienen de una misma mano, pero cada uno tiene su propia personalidad”.

Advierte que en los siguientes hará presencia por los rincones de Tamaulipas en la medida en que se lo permite la Ley.