EN VISTO

La oposición y su mundo de ricos y pobres
Por Dora de la Cruz
Con la reciente publicación de los índices de pobreza por parte del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), que muestran una disminución en el número de personas en esta condición, queda claro que los resultados, son favorables, los cuales están relacionados con políticas públicas aplicadas, como el incremento al salario mínimo y los programas de bienestar social que, pese a las críticas, han mostrado resultados y significado un respiro económico para millones de familias en condiciones vulnerables. Y a pesar de las descalificaciones de la oposición a los recientes datos del INEGI, la realidad es que muchas familias han mejorado su nivel de vida. Desde el sexenio del ex Presidente Carlos Salinas de Gortari, la curva de la pobreza no había mostrado una baja notable.
Veamos los resultados de la encuesta de ingresos de las familias en el país. Vale la pena darles una recordada al PRI y al PAN, que fueron sus gobiernos los que dejaron y en muchos casos aumentaron, los índices de pobreza en el país. Estas son las cifras de la miseria en México, antes de la llegada del ex presidente Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia; en el 2008, se tenía un registro de 49.5 millones de personas que vivían en pobreza. Dos años después, en el 2010, aumentó a 52.8 millones de personas en esta condición. Para el 2012, subió más de dos puntos porcentuales, con 53.3 millones, y con el gobierno de Enrique Peña Nieto se dejó una cifra de 51.9 millones de personas en condiciones de pobreza.
Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, impulsor de los programas de bienestar social, a través de apoyos económicos, como pensiones a personas mayores de 65 años de edad, becas, apoyo a jefas de familia a jóvenes construyendo el futuro, aumento al salario mínimo, las cifras de reducción de pobreza, se movieron y se bajó a 13 millones de personas que dejaron de estar en condición de pobreza durante su sexenio, disminuyó de 51.9 a 38.5 millones de personas que vivían en condición de pobreza; este modelo incomodó a la clase política de otros partidos, al grado de molestarse, porque el gobierno obradorista inyectó recursos públicos en apoyo a la población en condiciones vulnerables.
Lo cierto es que los resultados de la encuesta levantó ámpula entre la oposición; incluso algunos políticos casi dijeron “nosotros los ricos y ustedes los pobres”. Esta llamada élite de la oposición, que en algunos casos (la mayoría) hicieron fortuna con recursos públicos, son los mismos que hoy se indignan porque el gobierno apoya a quienes menos tienen. Sus fortunas tienen presupuestos públicos; después de dejar un cargo, su patrimonio se elevó; algunos consiguieron concesiones de gasolinerías, otros notarías públicas y muchos fueron los grandes proveedores de los gobiernos de los partidos que gobernaron, aparte de los diezmos multiplicados, los disimulos y complicidades.
La historia de la pobreza en México es larga y compleja; desde luego tiene que ver con la desigualdad social, la corrupción, la economía y el tráfico de influencias, marcando que no había piso parejo de oportunidades; por eso no es casualidad, que ha ido construyendo concentración de riquezas en unas cuantas familias a lo largo de décadas.
La pobreza es uno de los grandes retos para el gobierno de Morena encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum. La reducción lograda en el sexenio de López Obrador, marca el punto de partida y las políticas públicas de la nueva administración, apuntan a continuar esa ruta en los próximos años.