Columnas

POR LA LIBRE

El liderazgo no es herencia

Por Edelmira Cerecedo García

Apostar por figuras que ya no están, aferrarse a memorias o intentar suplir liderazgos desde la nostalgia nunca ha sido sano ni políticamente responsable. La historia reciente de México lo demuestra. Cuando Luis Donaldo Colosio fue asesinado, la sustitución recayó en una decisión tecnócrata y hermética. A Zedillo nadie lo conocía, pero el país entero votó con el corazón dolido, votó por Colosio aunque ya no estuviera en la boleta. Ese episodio confirmó que, cuando el sentimiento reemplaza al análisis, la realidad termina arrebatando incluso a lo impensable.

La política no se honra con recuerdos, se sostiene con liderazgo vivo.

Otro caso fue el de Egidio Torre Cantú. Tras el asesinato de Rodolfo Torre, se creyó que la genética política podía transmitir ideales, convicciones y temple. Nada más lejos. El voto fue un acto de homenaje, sí, pero también el error más costoso: después vino la entrega del estado y un deterioro institucional que no nació del PAN… sino del mismo PRI que apostó por una sombra, no por un liderazgo real.

Los hechos demostraron que nadie reemplaza a nadie; la ausencia no es currículum.

A nivel local, el caso de Carlos Manzo volvió a romper los códigos. La decisión de colocar a su esposa en lugar de un suplente natural trastocó toda lógica institucional. Y de nuevo, se quiso gobernar desde la memoria, desde una figura caídas en plena responsabilidad pública. Un error repetido en la política mexicana: confundir la continuidad emocional con la capacidad para gobernar.
Gobernar exige voluntad propia, convicción propia y proyecto propio. No sustitutos….SE LOS DEJO DE TAREA.

El Gobernador Américo Villarreal Anaya.

Hacer política nunca ha sido tarea sencilla. No existe un manual y las circunstancias del país suelen ser más lentas que los deseos de la ciudadanía. Américo Villarreal Anaya ha caminado con un estilo discreto, alejado del ruido y sin estridencias. Su formación y su entorno político lo moldearon con un sello particular: avanzar sin ruptura, mantener la estabilidad y privilegiar la cercanía con sectores históricamente ignorados.
Sí, es cierto, hay proyectos que pudieron avanzar con mayor rapidez. Pero también es innegable que Tamaulipas ha transitado con calma en un país polarizado y que el estado sigue una ruta de orden y continuidad. En un entorno federal cambiante, con trámites lentos y resistencias heredadas, la mayor virtud de Villarreal ha sido no dejarse rebasar por la adversidad.
A veces, liderazgo también es resistir sin perder dirección.

La UAT: un foro vivo para la democracia

Tamaulipas sumó más de 3 mil propuestas en los Diálogos sobre la Reforma Electoral, con la Universidad Autónoma de Tamaulipas como sede en múltiples municipios. La UAT editó un documento académico que hoy es referente nacional: no solo compila ideas, sino que evidencia la voluntad colectiva del estado por fortalecer la vida democrática.

Este ejercicio abrió por primera vez todos los espacios físicos y virtuales de la universidad para una reflexión simultánea. Más de cinco mil asistentes participaron en un hecho histórico que marcó un antes y un después en el papel de la institución como generadora de ciudadanía, análisis crítico y diálogo plural.

El rector Dámaso Anaya Alvarado destacó la visión de la presidenta Claudia Sheinbaum al impulsar una reforma incluyente, y reconoció el respaldo del gobernador Américo Villarreal para confiar en la UAT como puente entre sociedad y Estado.

Cuando la academia escucha y el gobierno abre puertas, la democracia respira.

Artículos Relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También puede ver
Close
Back to top button