ANTÍTESIS
Consecuencias económicas, políticas y humanitarias de la guerra
Mario Flores Pedraza
El covid-19 causó un impacto en las economías de todo el mundo, puso a prueba los sistemas de salud en el orbe, evidenció nuestras carencias como sociedad y las grandes desigualdades en las que vivimos. Ahora a varios años del inicio de la pandemia, cuando ya habíamos comenzado a dejar atrás esta crisis global, se desata una guerra en Ucrania y las consecuencias económicas, políticas y humanitarias afectarán a todo el mundo.
Este conflicto en materia económica acelerará la inflación y creará inestabilidad en los mercados financieros. En materia energética Rusia es uno de los principales productores de petróleo (12%), gas (18%), y carbón (6%) del mundo. Por el momento el suministro energético ruso no ha sentido el impacto del conflicto ni las sanciones impuestas por occidente. El problema escalará de manera considerable si se frenan los suministros de estos energéticos en el mundo. La OCDE calculó que un incremento de 30 por ciento en los precios del petróleo, gas y carbón se traduciría en un aumento de 1.25 puntos porcentuales en la inflación de países que integran el bloque y esto reduciría en medio punto porcentual el avance del Producto Interno Bruto (PIB) de las economías del grupo. Los bancos centrales se preparan para revertir años de políticas de dinero fácil y aumentar las tasas de interés para combatir un resurgimiento de la inflación, mientas que los mercados financieros se encuentran en una situación precaria.
El efecto en lo político considero que es aún más grave. Rusia estará obligada a inclinarse todavía más con China de lo que ya estaba, con el sudeste asiático y medio oriente; todo esto mientras se aleja cada vez más de Europa y occidente. Todas las guerras son siempre trágicas, pero su condena moral no debiese excluir las causas que la impulsan.
Las consecuencias humanitarias de este conflicto bélico son las más lamentables. Habrá migración de personas hacia países vecinos de Ucrania (Ucrania tiene frontera con 7 países) y muchas vidas perdidas. Ahora muchos se preguntarán ¿Y la ONU? Lo cierto es que no puede hacer mucho con sus campañas y pronunciamientos que está haciendo y que ha hecho a lo largo de los años fomentando la desmilitarización y el no uso de armas nucleares, si en el propio país donde tiene su sede es el país que más inversión en armamento militar del mundo (por mucho).
Los problemas complejos, tienen soluciones complejas y también narrativas complejas. En estos tiempos de posverdad, vemos muchos titulares en los medios de comunicación amarillistas y que simplifican los hechos reales ha un cuento donde existen el bando de los buenos y el bando de los malos. La realidad es mucho más compleja que eso.