CENA DE NEGROS
Las apuestas en el SNTE…
Marco Antonio Vázquez Villanueva
Se desató la guerra intestinal en la Sección XXX del SNTE, la de Tamaulipas que entro en proceso para elegir a su Secretario General, comenzó con mucho cinismo, acarreos, concentraciones como en los viejos tiempos y, también como en los viejos tiempos, entre los que sueñan con el puesto nadie se ocupa del maestro frente a grupo, del que no recibe nada en su cheque por tanto descuento o tantos pagos que tiene que hacer a mueblerías y otras empresas que se incrustaron de fea manera en la administración pública y ahora reciben su dinero vía descuentos de nómina a los trabajadores de la educación, lo hacen aprovechando bajos salarios y los problemas económicos, por eso venden o prestan dinero con intereses leoninos y lo recuperan sin batallar a costo del bienestar de la familia de sus clientes cautivos.
Naif Hamscho, Abelardo Ibarra, Arnulfo Rodríguez Treviño, los tres van a pelear por la dirigencia sindical y, la verdad, hasta este momento no se visualiza que vaya a cambiar en mucho la situación del maestro sino no se ponen las pilas, es cierto, los tres conocen los entresijos del SNTE, saben de negociación, tienen una amplia carrera y pueden ser lo que busca el maestro para mejorar su situación, que valga decir es urgente su rescate, pero hasta hoy no se ve nada claro al respecto, no se han conocido sus propuestas.
¿Y quién va a ganar?, le he preguntado a mis amigos y conocidos que son maestros, la respuesta es de incertidumbre, los nuevos y de edad media parecen simpatizar con Naif, los de mayor edad son aliados de Arnulfo y, los que siempre han sido institucionales con Abelardo.
En el análisis se tiene que decir que Abelardo es el candidato de la estructura sindical, sí, a quien en el pasado se conocía como candidato oficial y por esa simple razón tenía las más amplias posibilidades de triunfar, aunque son otros tiempos, hoy por la forma de la elección, que será universal, ya no sabemos si le conviene, además es el Secretario de Finanzas de la Sección 30 y aunque en los últimos días su estrategia es fingir que rompe con los liderazgos la verdad es que pocos se creen la misma y sería difícil que sin ellos tuviera éxito.
Naif Hamscho, por el contrario, tiene un buen tiempo distanciado de la dirigencia del SNTE en el Estado, es el opositor dentro del grupo institucional, quien no estuvo nunca de acuerdo con la fingida unidad en torno a Cecilia o Abelardo que eran las cartas para jugar por parte de la estructura sindical, eso le ha hecho merecedor de las simpatías de una gran cantidad de maestros, insisto, sobre todo de los nuevos y los de edad media.
El profesor Arnulfo no encaja en ninguno de los dos lados, es decir, no resulta un opositor a la estructura porque de sus seguidores muchos son cercanos a la misma y tampoco es de la estructura porque en su momento le hizo saber que no estaba en los planes, es más, que se haría lo posible por bloquear su participación argumentando que ya ocupó ese cargo, sin embargo lo dejaron correr y a estas alturas parece imposible sacarlo de la jugada, hasta resultaría contraproducente porque, igual hay que decirlo, puede ser el tercero en discordia, el que reciba el voto de los que no desean ni una unidad fingida ni un rompimiento a rajatabla.
Igual hay que decirlo, como en cualquier otra elección, en este caso es irrelevante quien gane el privilegio de dirigir la Sección 30 del SNTE, la de Tamaulipas, lo importante es que el maestro, por fin, entienda que debe participar más en su vida sindical, no solo aceptar la obligación o el privilegio de votar para elegirla sino, el estar conscientes de que ese proceso no debe ser un cheque en blanco para el agraciado.
Me explico, se trata pues, de que el maestro, la maestra, entienda que los mismos privilegios con los que viven sus dirigentes los deben tener ellos y en esa medida estar pendientes de la forma de actuar de cada liderazgo, trabajar con ellos para que haya más éxito en las negociaciones, pero no dejarlos d