Científicos de la UAT reconstruyen la historia de sequías y cambios climáticos
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) reconstruyeron la historia climática de la región de Miquihuana, mediante un estudio cuyos resultados registran que cada cincuenta años se presentan sequías severas o cambios climáticos.
Al respecto, la Dra. Claudia Cecilia Astudillo Sánchez, investigadora de la Facultad de Ingeniería y Ciencias (FIC) de la UAT, mencionó que el trabajo se desarrolló con el propósito de hacer una reconstrucción de la precipitación estacional y determinar su variabilidad interanual y multianual.
La especialista explicó que se utilizaron técnicas de dendrocronología, ciencia que permite conocer la edad de los árboles y los cambios ambientales mediante la observación de los anillos de crecimiento anual.
“Desde 2018 empezamos a explorar las poblaciones de pino piñonero en Miquihuana, y aplicar técnicas dendrocronológicas para hacer una reconstrucción de la precipitación”.
Destacó que, por medio de esas técnicas, es posible asignar una fecha exacta a cada uno de los anillos de crecimiento, y determinar si una fecha en particular corresponde con un anillo ancho o angosto, lo que estaría indicando si ese año fue lluvioso o seco.
Precisó que las muestras se analizaron en el Laboratorio de Ecología Forestal y Dendrocronología de la FIC, utilizando aparatos y software especializados, para detectar y relacionar el ancho de los anillos con fechas determinadas. Indicó que el estudio permitió generar una cronología de alrededor de 173 años, en el cual se pudo fechar el anillo más longevo para 1846, y el más actual para 2018, tras añadir que la mayoría de los pinos piñoneros rondan los cien años en el área de estudio.
Mencionó que entre los resultados se obtuvo un patrón de sequías, el cual permitió detectar que a mediados de cada siglo son muy severas.
En ese contexto, explicó que en los registros históricos de Miquihuana se hace constar que una de las sequías más importantes ocurrió en 1862, donde hubo pérdida de cultivos, y derivó en falta de trabajo, provocando hambruna y éxodo de la población.