Empresarios y gobierno trabajan en conjunto para abrir nuevas oportunidades a los internos, buscan transformar su talento en marca comercializable
Ciudad Victoria, Tamaulipas.– En los cinco Centros de Ejecución de Sanciones (Cedes) de Tamaulipas, las manos de internos que antes empuñaban barrotes ahora moldean el futuro. Con la fabricación de muebles, artesanías y otros productos, los internos no solo buscan una segunda oportunidad, sino también un espacio en el mercado internacional.
El proyecto de reinserción social que encabeza Juan Antonio Sánchez Ruiz, subsecretario de Ejecución de Sanciones, aspira a crear una marca propia que identifique los productos elaborados en prisión. Aunque actualmente solo se venden en el estado, el objetivo es llevarlos más allá, con la mirada puesta en la exportación a Estados Unidos.
“Estamos en un 60% del proceso de consolidación de la marca. Queremos que los internos no solo trabajen, sino que sus productos sean reconocidos y comercializados a mayor escala”, explicó Sánchez Ruiz.
En los Cedes de Tamaulipas, el dinero de cada venta va directamente a los internos y sus familias. Si alguien compra un sillón de cinco mil pesos, esa cantidad se destina íntegramente al fabricante, con un control administrativo.
Para fortalecer esta iniciativa, el gobierno estatal busca alianzas con empresarios, a fin de que los internos maquilen productos para diversas compañías. Se prevé, además, la creación de un foro de exhibición para posicionar la marca y facilitar su expansión.
Aunque la exportación aún no es una realidad, Sánchez Ruiz recordó que en el pasado hubo envíos de productos de madera a otros países, por lo que no descartan retomar esa posibilidad.
Mientras tanto, las exposiciones en Altamira, Matamoros y próximamente en Nuevo Laredo y Reynosa buscan acercar al público estos productos. En cada pieza, más que un simple objeto, hay una historia de transformación y esperanza.
