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La amenaza de Trump

Por Alan Morales

Por años, la frontera entre Tamaulipas y Estados Unidos ha sido el puente que une familias, culturas y sueños.

Sin embargo, esta temporada decembrina se vislumbra diferente para miles de paisanos que regresarán a México.

El miedo a los crímenes en carreteras parece quedar en segundo plano frente a un temor mayor: la posible deportación masiva y el fin de los derechos adquiridos bajo el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), amenazados por el próximo gobierno de Donald Trump.

Su implementación fue en 2012, desde entonces DACA ha ofrecido a jóvenes indocumentados, conocidos como dreamers, la oportunidad de estudiar y trabajar en Estados Unidos sin temor a ser deportados.

En su mayoría, estos jóvenes no recuerdan otro hogar que no sea el norteamericano, aunque sus raíces estén en tierras tamaulipecas o de otras regiones de México, pero la promesa de Trump de desmantelar este programa revive la incertidumbre que marcó su infancia.

En Tamaulipas, la situación se siente con especial intensidad.

Según datos del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes (ITM), alrededor de 230 mil familias dependen de las remesas enviadas por sus seres queridos en Estados Unidos, y medio millón de tamaulipecos, entre migrantes de primera y segunda generación, mantienen vínculos con este estado fronterizo.

Estas familias, que han construido un puente binacional, ven con angustia cómo el horizonte se oscurece para sus hijos nacidos en Estados Unidos, quienes podrían enfrentar la deportación a un país que apenas conocen.

El Licenciado Juan José Rodríguez Alvarado, titular del ITM, quien ha trabajado durante años para apoyar a estas comunidades, reconoce que la principal preocupación no solo radica en el regreso forzado de los migrantes, sino en la pérdida de sus bienes y la desintegración de las familias.

“Los paisanos no temen viajar a Tamaulipas. Lo que temen es no poder regresar a sus vidas en Estados Unidos, dejar atrás su casa, su empleo, todo lo que han construido”, señala.

La llegada de Trump a la presidencia, el próximo 20 de enero, marca el inicio de un capítulo incierto. Si el programa DACA es desmantelado, el impacto será devastador para los dreamers y sus familias, quienes se enfrentarán a una realidad aún más compleja.

La inseguridad en las carreteras tamaulipecas palidece frente al peso de esta incertidumbre.

Para los aproximadamente 200 mil paisanos que cruzarán a México este diciembre, el reencuentro con sus familias será un respiro momentáneo.

Pero al otro lado de la frontera, los espera un futuro lleno de preguntas: ¿habrá una segunda oportunidad para seguir soñando? ¿O deberán volver a empezar desde cero, esta vez en un país que hace tiempo dejaron atrás?

Mientras las luces navideñas comienzan a iluminar los hogares tamaulipecos, para los paisanos, estas fiestas no solo serán un motivo de alegría, sino también un recordatorio de los desafíos que enfrentan como hijos de dos naciones.

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