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No queda de otra

Por Alan Morales

No hay otra opción. Una vez más, toca confiar. Confiar en que el camino de regreso a casa no se convierta en una odisea de abusos y extorsiones.

En este diciembre, nuestros paisanos, héroes de largas jornadas de trabajo en Estados Unidos, inician su travesía hacia Tamaulipas para celebrar con sus familias la Navidad y el Año Nuevo.

Con sus maletas cargadas de regalos y sueños de convivencia tras meses de no estar con sus familias, regresan al lugar que los vio partir. Sin embargo, cada kilómetro recorrido hacia casa representa también un posible escenario de peligro.

El Operativo Paisano 2024, anunciado, tiene como objetivo garantizar la seguridad de los viajeros mediante la instalación de módulos de atención, vigilancia en carreteras y filtros de revisión.

De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas, se desplegarán más de 1 mil 200 elementos entre policías estatales, agentes de la Guardia Nacional y personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado.

Los puntos de auxilio estarán ubicados estratégicamente en municipios clave como Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros y Victoria, además de las rutas principales hacia la frontera sur del país, pero aunque estas medidas parecen prometedoras, la realidad suele desmentir las buenas intenciones.

En municipios como Tula, se han documentado casos de revisiones injustificadas, y largas detenciones. Estos abusos no son novedad; año con año, los viajeros denuncian prácticas que convierten su camino a casa en un calvario.

Incluso Alcaldes han alzado la voz, señalando las molestias sufridas por los paisanos y aunque las autoridades federales y estatales prometen actuar con firmeza para evitar estas situaciones, los testimonios pintan un panorama distinto o al menos, lleno de dudas.

Para los paisanos, el viaje no solo implica dejar atrás las políticas migratorias de Donald Trump o sortear los riesgos de la inseguridad en México. También cargan con el peso de los llamados “filtros de revisión”, que en muchos casos son percibidos más como un pretexto para la extorsión que como una medida de protección.

Según el Instituto Nacional de Migración (INM), este año se espera que más de 3 millones de connacionales crucen la frontera en su regreso temporal a México, un flujo que representa no solo un impacto social, sino también un motor económico crucial para Tamaulipas.

Cada año, estos viajeros inyectan millones de pesos en el comercio local, desde gasolineras y restaurantes hasta mercados y tiendas de regalos.

El Operativo Paisano 2024 tiene el potencial de cambiar esta narrativa, pero solo si se traduce en acciones reales y efectivas.

Tamaulipas tiene la oportunidad de ser un verdadero estado hospitalario,. Es momento de demostrar que el regreso de nuestros paisanos puede ser tan cálido y seguro como las reuniones familiares en estás fiestas. Que este diciembre sea diferente, aunque sea por una vez.

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