EN TÉRMINOS COLOQUIALES
El corazón Guadalupano de Tamaulipas
Por Alan Morales
En pleno corazón del noreste de México, un rincón lleno de devoción ha cobrado fuerza como uno de los destinos más visitados durante la temporada decembrina: “El Chorrito”
Ubicado en el municipio de Hidalgo, Tamaulipas, este santuario se ha consolidado como el punto de encuentro de miles de fieles católicos que, año tras año, llegan para rendir homenaje a la Virgen de Guadalupe.
Este 2024, el fenómeno ha superado las expectativas, con hasta 5 mil visitas diarias en las últimas semanas, destacando no solo la fe, sino también la trascendencia cultural y económica de la región.
Los peregrinos provienen principalmente de municipios vecinos y estados como Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí y Veracruz, muchos de ellos acompañados por sus familias, incluidos los paisanos que regresan a su tierra para cumplir con esta tradición que forma parte del alma de las festividades.
El rito guadalupano en “El Chorrito” no solo se limita a la veneración de la Virgen morena. Los visitantes, atraídos por la rica cultura gastronómica de la región, se deleitan con platillos tradicionales como el famoso “Pan de Elote”, un manjar que acompaña la devoción y crea un vínculo aún más cercano con la tierra que reciben con los brazos abiertos a los turistas.
El impacto de la afluencia es tal que, según comerciantes locales, solo durante el último fin de semana de diciembre se registraron más de 9 mil visitas, lo que no solo refleja la importancia religiosa del lugar, sino también su potencial económico.
En este contexto, el Gobierno de Tamaulipas no ha sido ajeno a la relevancia del santuario, y ha impulsado un proyecto que busca potenciar aún más la experiencia de los peregrinos.
Este año se anunció la construcción de una imagen monumental de la Virgen de Guadalupe en la zona más alta del poblado, lo que promete ser un hito para el turismo religioso en el estado.
Además, se contempla la rehabilitación de la ruta de acceso a “El Chorrito”, con el objetivo de mejorar la infraestructura y garantizar la seguridad y comodidad de los visitantes.
A medida que “El Chorrito” se convierte en un centro de convergencia religiosa y turística, la comunidad local y el gobierno estatal se preparan para hacer de este santuario un referente nacional todavía más importante.