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Américo y su respuesta ante la guerra sucia
Por Dora de la Cruz
Hace más de ocho años, cuando se presentó por primera vez el doctor Américo Villarreal Anaya como aspirante a candidato a senador por Morena, sorprendió que pasara de la medicina a la política. Hasta entonces había desarrollado una carrera reconocida como cardiólogo en Ciudad Victoria y, además, atendió a numerosos pacientes de manera gratuita.
Su formación en la medicina se ha reflejado en su trayectoria política. Durante su ejercicio en la Cámara de Senadores y en los tres años como gobernador, no ha mostrado actitudes de prepotencia hacia las personas, a diferencia de lo que ocurrió con algunos exgobernadores.
Le correspondió asumir la gubernatura en medio de la resistencia del exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca, quien, no se presentó a la ceremonia de cambio de poderes. Además, de que dejó un “despapaye” en las dependencias estatales las que , fueron entregadas sin presupuesto suficiente, sin vehículos y sin equipo. Los reportes oficiales documentaron incluso la falta de llantas en unidades oficiales. Con esas condiciones, Américo Villarreal inició el proceso de búsqueda de reorganización del gobierno de Tamaulipas.
A tres años de su mandato, la oposición mantiene una constante campaña mediática, difundiendo rumores y noticias falsas de manera periódica. Frente a cada golpeteo, el gobierno de Américo Villarreal les responde con acciones concretas, reducción de homicidios, la llegada de inversiones, implementación de programas de vivienda y ejecución de obras de infraestructura.
En tres años, Américo Villarreal se ha consolidado como uno de los gobernadores más comprometidos de Morena, con la filosofía del proyecto y con convicciones, de cercanía con la gente, por eso no es casual que la propia presidenta Claudia Sehibaum lo haya definido como un mandatario incansable y entregado a su pueblo.
A Tamaulipas aún le esperan retos enormes, pero lo cierto es que, la obra pública de este año en comparación a los gobiernos de Cabeza y Egidio es abismal y aunque la guerra sucia seguirá, porque es la única estrategia de quienes no pueden mostrar logros, la diferencia es que, frente a las campañas del lodo, el gobierno estatal seguirá respondiendo con acciones. Y esto lo veremos durante el próximo informe, al cumplirse los primeros tres años de Gobierno.
Ya enfilado hacia el cuarto año, el que será decisivo, donde los gobiernos definen su legado, se empiezan a ver los proyectos que para transformar a Tamaulipas, en obras palpables, en un sistema de salud más cercano, en seguridad con resultados que la ciudadanía percibe y un campo fortalecido frente a las adversidades sanitarias y climáticas.
Américo Villarreal llega al tercer año de gobierno, con la investidura de ser uno de los gobernadores que ha defendido con lealtad la camiseta guinda, que no es otra cosa que gobernar con eficacia.