Columnas

EN VISTO

No nos arrodillamos ante los poderosos, el mensaje de Sehinbaum

Por Dora de la Cruz

 

Claudia Sheinbaum pasó del activismo social a líder de aprecio mundial, y se consolida como la Presidenta más popular, por no quedarse callada y responder a sus adversarios políticos internos y externos, que pretenden desacreditar al gobierno de la Cuarta Transformación. Y lo hace frente a quienes, desde dentro y fuera, insisten en minar su gobierno

Desde su llegada a la Presidencia, no solo sorprendió al mundo por el hecho histórico de ser la primera mujer en llegar a la Presidencia de México, rompiendo con el llamado techo de cristal; también llamó la atención su trayectoria, científica ambiental, con maestría y doctorado en ciencias ambientales por la UNAM; su activismo estudiantil fue lo que la conectó con la izquierda mexicana y la política, desempeñando cargos como Secretaria del Medio Ambiente con Andrés Manuel López Obrador, en el gobierno de la Ciudad de México; fue Jefa de la Delegación Tlalpan, Jefa de gobierno de la Ciudad de México, al que renunció para buscar la Presidencia de la República y hoy, es una figura clave en la Cuarta Transformación del país.

Su consolidación, como la lideresa política de México, llega en su primer año de gobernar el país, cuando en la historia de anteriores Presidentes, ha sido en el primer año de gobierno su “año de crisis”; Claudia Sehibaum, supera las expectativas con un programa social, que lleva apoyos económicos a la población en condiciones de pobreza con amplia cobertura, cifras nunca antes alcanzadas, incluyendo beneficios para la clase privilegiada que no requiere de pensiones, pero que el mensaje es el mismo , “todos y todas somos iguales”.

El sábado, durante la celebración de siete años del Gobierno de Morena, la Presidenta, volvió a mandar el mensaje al mundo: “no nos arrodillamos ante los poderosos”; lo dijo en plural, pero también, para los de adentro del país, que se creen de sangre azul; fue un llamado a reconocer que todos somos iguales, nadie por encima del pueblo mexicano. Ante un zócalo  repleto de personas, que salieron a aprobar el gobierno de Sheinbaum, se mostró su poder de liderazgo político, pero también demostró que sola no está.

Su  mensaje también fue para la clase política de Morena; “No creemos en el consumismo, ni en el poder del dinero, ni en la avaricia”, les dijo, así es que quien tenga oídos que oiga y quien no, que se atenga  a las

consecuencias, porque la convicción de gobernar es llegar a servir y no a servirse. Este  recordatorio no debe pasarse por alto, entre las y los políticos de la 4T que quieren sostenerse; tendrán que demostrar que el discurso se traduce en hechos.

El liderazgo de la Presidenta, hoy rompe con toda especulación de la división al interior de Morena, que dicen falsos expertos no tiene rumbo; hoy se demostró que no son los tiempos de la grilla y política ochentera, donde todos pensaban igual y hasta vestían igual; hoy la pluralidad es la construcción de la transformación, basada en la ideología del humanismo, centrada en el objetivo de beneficiar al pueblo.

Este país cambió; no es el ejemplo de Suiza, pero sí ha demostrado que la llegada de una mujer a la Presidencia se  nota y Sheinbaum, está trazando un momento histórico para México y el pueblo mexicano, muy conocido y reconocido en todo el mundo.

Artículos Relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También puede ver
Close
Back to top button