EN VISTO
Rescate al negocio del Prian
Dora de la Cruz
Desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de México marcó el inicio de una nueva era en diversas áreas del país. Uno de los estados que más esperaba un cambio era Tamaulipas, una entidad que había sido severamente golpeada por la privatización y el abandono de los servicios públicos de salud.
La sinergia entre el presidente López Obrador y el gobernador Américo Villarreal Anaya, ambos comprometidos con la Cuarta Transformación, se ha vuelto crucial para revertir el desolador panorama dejado por administraciones anteriores, particularmente la del ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, quien hoy es prófugo de la justicia, precisamente por denuncias ante la fiscalía estatal, por detectar irregularidades en varias dependencias estatales, en la que se incluye la Secretaria de Salud.
En el caso del Gobernador, Américo Villarreal, un médico con experiencia, presentó un plan emergente a López Obrador para abordar el crítico estado del sistema de salud en Tamaulipas. Este plan no solo busca reparar la infraestructura hospitalaria deteriorada, sino también restablecer el servicio universal, gratuito y de calidad. La colaboración entre el gobierno federal y estatal , sin duda es clave para este proceso, y el programa IMSS Bienestar se ha convertido en el eje central del rescate.
Hoy con la visita del Presidente, López Obrador a la capital del estado, se llevará a cabo una evaluación del avance, este seguimiento no solo se enfocará en la infraestructura y el equipamiento, sino también en el personal médico y el suministro de medicamentos. El objetivo es garantizar un trato humano y digno para todos los pacientes, una promesa que contrasta drásticamente con el legado de corrupción y abandono de administraciones pasadas
Bajo los gobiernos del PRIAN, el sector salud de Tamaulipas fue desmantelado sistemáticamente. La privatización no solo llevó a una grave escasez de medicamentos, sino también a la construcción de hospitales que quedaron inconclusos, conocidos como “elefantes blancos”. Durante la pandemia de COVID-19, la situación se tornó crítica. Recursos que debían haberse destinado a la salud fueron desviados, y la corrupción se profundizó, afectando aún más la atención médica.
La población tamaulipeca sufría doblemente: primero por la falta de acceso a servicios y medicamentos básicos, y luego por la necesidad de pagar de su propio bolsillo por análisis y tratamientos. Además, la falta de personal médico se agudizó debido a jubilaciones y despidos injustificados. Esta situación de desamparo no pasó desapercibida, y la administración actual está comprometida en investigar y llevar ante la justicia a los responsables de esta devastación.
Y le tocó al Dr. Américo trabajar en un tema que conoce perfectamente, para revertir los efectos de la privatización y restablecer un sistema de salud que esté al servicio del pueblo. Con el apoyo de López Obrador, se ha iniciado una serie de reformas que ya comienzan a mostrar resultados palpables. La meta es devolver un sistema de salud robusto y accesible, capaz de proporcionar una atención de primera calidad y asegurar un suministro constante de medicamentos.
Este esfuerzo conjunto no solo se trata de mejorar infraestructuras o equipar hospitales, sino de cambiar la cultura del servicio público de salud, erradicar las prácticas corruptas y garantizar que cada ciudadano reciba un trato humano, trato que es una deuda histórica. La recuperación del sector salud en Tamaulipas, está en proceso, por el trabajo entre un gobierno federal y estatal, que está dando ejemplo, de lo se puede lograr cuando ambos están comprometidos con el bienestar de la población.
El rescate de los servicios de salud en Tamaulipas, sin duda ha sido una misión titánica, que requiere determinación y colaboración, seguramente sin el apoyo federal, no se tendrían los actuales avances.
Durante cada visita del Presidente al estado, su compromiso siempre fue el mismo, garantizar el cumplimiento del derecho a la protección de salud y desde que vino por primera vez a esta entidad, y que fue en el pueblo mágico de Tula, prometió mejorar los servicios de salud y devolver la dignidad y la salud a los tamaulipecos y a varios meses de que concluya el sexenio del primer presidente de México de izquierda, viene hoy , a cumplir con aquella promesa.