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Momento de la reforma judicial

Dora de la Cruz

El movimiento en contra de la reforma judicial que se realiza en todos los estados del país tiene nombre y apellidos, y son los mismos que, desde dentro de este poder, están moviendo la estructura para que las y los trabajadores salgan a las calles. Esto deja claro el tamaño de la manipulación que se sigue ejerciendo en la justicia.

La reforma judicial no implica tocar los derechos de las y los trabajadores. El tema medular es una renovación estructural para una justicia en tiempo y forma, pero, sobre todo, acabar con los grupos de magistrados que han convertido la justicia en el negocio más rentable.

Es evidente que quienes se oponen a la reforma no lo hacen por el bienestar de la ciudadanía o la mejora del sistema judicial. Al contrario, su resistencia proviene de un deseo de mantener intactos los beneficios personales y económicos que han obtenido de un sistema.

Además, la reforma no solo busca democratizar el proceso de elección de jueces y magistrados, sino también garantizar que aquellos que ocupen estos puestos sean seleccionados por su capacidad, integridad y compromiso con la justicia, y no por sus conexiones políticas o familiares. Es una oportunidad histórica para transformar un sistema judicial.

Entonces, la pregunta es: ¿por qué oponerse a una reforma que tiene que ver con la elección del voto popular para elegir a las y los jueces y magistrados? Definitivamente esta reforma, democratizará un sistema judicial que ha dejado de funcionar eficazmente.

Uno de los avances más importantes de esta propuesta es acabar con la corrupción en el sistema judicial, desde luego con el nepotismo, las “palancas” para los cargos de magistrados y ministros. Además, de acuerdo con los expertos defensores de la reforma, habla de la inclusión de nuevas generaciones de abogadas y abogados, con la capacidad y formación para participar en estos cargos.

La aplicación de la justicia está en “entredicho” en el país. Quienes, por alguna razón, son víctimas de algún acto de ilegalidad enfrentan todo un peregrinar y, en muchos casos, nunca llega la justicia; su expediente ahí queda, formando parte de las bodegas de archivos.

Es necesaria la reforma; es necesario que la ciudadanía tenga un sistema de justicia confiable y democrático, porque la ciudadanía debe votar por la justicia que quiere tener.

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