EN VISTO
El mensaje del rector
Por Dora de la Cruz
La participación de las mujeres en cargos clave en la toma de decisiones políticas, sociales, económicas y académicas marca un antes y un después en la forma de entender y construir las políticas públicas. Su presencia no solo diversifica perspectivas, sino que transforma la forma de hacer política. En Tamaulipas, la llegada de más mujeres a los espacios legislativos y alcaldías, así como al gabinete, es ejemplo de la importancia de construir instituciones más justas y representativas.
Históricamente, los espacios de poder han sido ocupados mayoritariamente por hombres, pero las mujeres están rompiendo barreras gracias a las luchas colectivas feministas, y fácil no ha sido.
Por eso, la llegada de la Dra. María Concepción Placencia como Secretaria General de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, designada por el rector Dámaso Anaya Alvarado, tiene un significado de amplias dimensiones. Primero, hacia el interior de la máxima casa de estudios; y hacia el exterior, esta decisión envía un poderoso mensaje a la sociedad sobre la importancia de la equidad de género en espacios de liderazgo. Además, enriquece la toma de decisiones con perspectivas más diversas e inclusivas.
Cuando las mujeres participan, la agenda pública integra temas que durante mucho tiempo fueron excluidos, incluso invisibilizados, como los derechos reproductivos, la igualdad salarial, el cuidado infantil y la violencia de género. Estos cambios no solo benefician a las mujeres, sino que mejoran la calidad de vida de toda la sociedad, promoviendo equidad y justicia social.
El liderazgo femenino aporta una visión más empática y colaborativa a los espacios de poder. Las mujeres suelen priorizar el bien común, construir consensos y plantear soluciones que reflejan las necesidades reales de la ciudadanía.
En el caso de la academia, su contribución ha impulsado investigaciones en estudios de género, la inclusión de más mujeres en carreras universitarias que estaban masculinizadas por una creencia social y el desarrollo de programas que promueven la igualdad.
La llegada de Dámaso Anaya a la Universidad Autónoma de Tamaulipas, con una visión de género, está emprendiendo cambios estructurales que prometen transformar la institución.
Estas reformas no solo reflejan un compromiso con la equidad, sino que también sientan las bases para una universidad más inclusiva, que impactará las políticas internas y más allá de los muros universitarios. La UAT se perfila como un modelo a seguir, demostrando que una universidad comprometida con la equidad no solo mejora su desempeño institucional, sino que también contribuye al desarrollo social de Tamaulipas.