
La Ley Silla ya está vigente y pequeños negocios piden a autoridades laborales aplicar inspecciones con criterio, gradualidad y sensibilidad
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Con la entrada en vigor de la Ley Silla, pequeños negocios solicitaron a autoridades laborales aplicar revisiones con criterio, especialmente en comercios con recursos limitados.
La Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes explicó que la Ley Silla obliga a garantizar asientos durante la jornada, pero no todos los establecimientos parten del mismo punto.
La organización reconoció que el espíritu de la reforma es positivo y protege derechos laborales históricamente ignorados en sectores comerciales y de servicios.
Sin embargo, advirtió que aplicar sanciones inmediatas podría afectar la viabilidad de negocios familiares que operan con márgenes mínimos y alta presión económica.
Por ello, la ANPEC pidió que el periodo de gracia se use para acompañar, orientar y no castigar, priorizando la regularización progresiva del mobiliario laboral.
En ese contexto, Andrei Rivera subrayó que la Ley Silla representa un avance histórico, pero requiere implementación paulatina para evitar impactos negativos no previstos.
Asimismo, destacó que millones de personas trabajan de pie durante casi toda su jornada, lo que genera afectaciones físicas acumulativas y costos de salud.
De acuerdo con datos oficiales, al menos tres millones de personas laboran en ocupaciones que exigen permanecer de pie la mayor parte del tiempo.
Por tanto, la Ley Silla puede reducir padecimientos como insuficiencia venosa, várices, lesiones de rodilla, fascitis plantar y otros daños musculoesqueléticos.
No obstante, la ANPEC insistió en que la inspección laboral debe considerar el tamaño del negocio, su facturación y su capacidad real de adaptación.
Pidió capacitación previa a las visitas de verificación, para evitar confusión, discrecionalidad y conflictos innecesarios entre autoridad y sector comercial.
Finalmente, Rivera señaló que la gradualidad es clave, porque proteger la dignidad laboral también implica cuidar la sobrevivencia de pequeños negocios y empleos locales.



