MIRADA DE MUJER
Luz del Carmen Parra
Meta lograda, ¿qué sigue?
El escenario fue totalmente inesperado, adaptado a los tiempos de pandemia. La lluvia, la invitada que puso el toque mágico a la ceremonia de graduación de la generación Junio 2021, de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey. Había júbilo hasta en el cielo que descargó por casi una hora bendiciones para los jóvenes, que entusiasmados, esperaron su turno para ocupar sus lugares en el recién estrenado Estadio de los Borregos. Segura estoy que, al inicio de su carrera, ni en la más alejada alegoría, imaginaron su cierre en semejantes condiciones.
Fue algo muy emotivo que envolvió a padres, maestros, directivos y a los cientos de graduados que recibieron su carta de pasante o bien su título, de acuerdo a la carrera elegida, entre ellos el más pequeño de mis hijos, que alcanzó una más de sus metas, logrando una doble titulación a sus escasos 22 años, después de haber enfrentado con valentía la dura prueba de la llegada del Coronavirus a Inglaterra, donde cursó su maestría.
Nuestro reconocimiento a su esfuerzo y dedicación. ¡Qué importante fue fijarse metas a tan corta edad!. Saber que quería y a donde deseaba ir. Reconocer sus habilidades y aprender a desarrollar su empatía y conciencia social, con el afán de integrarse a una generación que tiene en sus manos, el futuro de una nación que lucha por dejar atrás páginas repletas de claroscuros.
En este caso, grandes metas a corto plazo, que le ayudaron a construir paso a paso el camino, que le permitieron imaginar el porvenir y poco a poco, ir poniendo uno a uno los cimientos de su vida adulta, y lo más trascendente, aprender a enmendar los errores y a disfrutar de sus éxitos, a reconocerse como una persona valiosa, capaz de luchar por alcanzar sus sueños. Ahora es tiempo de ir eslabonando lo que sigue, aprender que no es el final del camino, sino una posibilidad que abre otras alternativas para vivir nuevas experiencias.
Reforzar su voluntad para ir por nuevos objetivos, para no desistir. Ese sentimiento de éxito, de satisfacción y valía, que ahora le acompaña, le anima a seguir en busca de nuevos desafíos, a la conquista de nuevos retos, como una brújula que marca el destino de sus esfuerzos cotidianos, hacia una meta a largo plazo que visualiza con gran motivación, para darle sentido a su vida.
Ha concluido la etapa de preparación para acercarse al mundo laboral. Deberá asumir nuevos compromisos y mayores responsabilidades, tomando en sus manos la posibilidad de dirigir sus pasos hacia un destino previamente formulado, con ilusión, pero también con la incertidumbre de lo desconocido, pero llevando en los labios esa sensación de bienestar, empoderado por los resultados del esfuerzo, con una autoestima alta que lo invita a tomar conciencia de su potencial. Aprenderá a tomar decisiones que lo acerquen a su propósito final, obligándolo a construir nuevas metas a partir de las ya alcanzadas.
Seguir formulando y ejecutando pequeñas metas, será la ocasión propicia para disfrutar el camino con la apertura necesaria, para asimilar todos los aprendizajes que le ofrece sin dejar de lado los obstáculos que estoy cierta, acompañarán su viaje, pero serán esos detalles los que irán proveyendo la madurez necesaria, para entender que con cada traspiés, ganará pequeñas gotas de sabiduría.
No solo su voluntad estará a prueba, sino también su inventiva y capacidad de resistencia a la frustración, porque entre otras cosas deberá aprender a tomar decisiones importantes en el momento más oportuno, a valorar circunstancias y a entender el entorno social en el que empezará a desenvolverse, y que le exigirá la concentración en sus objetivos y el establecimiento de nuevas estrategias. Este camino de autoconocimiento, fortalecerá aún más su autoestima y potencializará sus talentos.
Centrarse y concentrarse en metas a corto plazo, no será un obstáculo para tener presente su propósito final, sino que por el contrario le permitirá seguir sintiendo la satisfacción del deber cumplido, de ir ascendiendo palmo a palmo a la cima, de concretar pequeños logros cotidianos. Eso dará alegría a su rutina y entusiasmo a la acción diaria. Le permitirá valorar su esfuerzo y darse una gratificación, un estímulo por cada triunfo obtenido, que vendrá a reforzar su motivación. Establecerá un compromiso dirigido, que le evitará perderse en la monotonía de ir y venir, sin un objetivo definido.
Estoy convencida que fijarse metas a corto plazo, suposo tomar las riendas de su vida, lo que le ha permitido decidir hacia dónde dirigir la vela para alcanzar el horizonte que sueña.
Aprendí mucho de mis padres, sigo aprendiendo con mi familia. Gracias hijo, por permitirme acompañar tu crecimiento. Lo he disfrutado tanto como tú. Es momento de alzar el vuelo. La vida te llama, no la hagas esperar. Confío que Dios permanecerá siempre a tu lado.
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