Columnas

POR LA LIBRE

El Santa Claus político en crisis

Por Edelmira Cerecedo García.

Diciembre siempre fue el mes de las posadas, de la esperanza y de los milagros. Hoy, en la política mexicana, es el mes del autoengaño. Un diciembre austero en discurso, pero excesivo en fantasías. Un mes cargado de emociones falsas, de rumores reciclados y de sonaderas mal afinadas sobre a quién “ya le llegó Santa Claus”.

La oposición se abraza a una narrativa conspirativa que no termina de cuajar: creen ver una grieta donde solo hay concreto armado. La realidad es simple y cruda: el gobernador Américo Villarreal Anaya tiene un compromiso asumido y una ruta clara: dejar instalado un Congreso fuerte y alcaldes amigos, cercanos y funcionales, no para la foto, sino para que los recursos se jueguen con inteligencia y la salida del gobierno sea sólida, ordenada y políticamente blindada. Lo demás son deseos navideños.

Y hablando de espectáculos innecesarios: qué terrible, qué burdo, qué mal planeado estuvo el famoso “acarreo” … perdón, el viaje que organizaron los mantenses con estimulo de la esquina de Juárez en apoyo a Claudia, no… el viaje solidario por celebrar siete años de MORENA con la Presidenta de la República. Y aquí digo tantos años de priismo con todos sus pecados y jamás hubo necesidad de reafirmarse de esa manera. Lo de ahora parece más un guion importado, con aroma a Maduro y Venezuela, que una demostración real de fuerza política. El Zócalo lleno no garantiza nada. Solo confirma una cosa: se gastó dinero que pudo invertirse mejor.

Porque la política ya cambió, aunque muchos se nieguen a aceptarlo.

Lo que ya está firme no necesita empollarse tanto lo que se necesita es estrategia, no excursiones.
Se requiere política que llegue al bolsillo, sí, pero no un día, sino siempre. Se requiere una política sólida, permanente, medible.

Y aquí va el golpe directo, sin anestesia:

A todos los que pretenden y las que pretendan aspirar a una candidatura, no se desgasten ni se endeuden, creyendo que dulces, piñatas, juguetes, festivales o el padrinazgo de generaciones les va a comprar el futuro. Eso ya no funciona, OJO escrito de prensa lo que indica que aquí lo que funciona si se sigue escribiendo y leyendo, aquí si le requieren invertir…porque la Prensa para su santo rezado somos los más jodidos en la aventura política de los aspirantes.

Recuerden los niños no votan, las encuestas no las contestan los niños. Y, seamos honestos, muchas encuestas ni siquiera existen, los padres ya traen su propio aspirante en el corazón.

Los maestros, llegado el momento, se alinean.
La estructura real no se construye con fotos, sino con decisiones.

Así que bajen del trineo, guarden el disfraz y entiendan la realidad:

El Santa Claus político tampoco existe.

Aquí no hay milagros, hay cálculos. No hay regalos, hay disciplina. No hay magia, hay método, construcción de imagen periodística, protección que va más allá del arguende de las redes sociales Y si algo queda por hacer, no está en la calle ni en el Zócalo: está en la estrategia política de los nuevos tiempos … o, para algunos, en la oración.

La política no premia al más visible, sino al más funcional así que guárdense la foto con Claudia Sheinbaum tan presumible. El que no entienda eso seguirá creyendo en Santa Claus mientras otros, en silencio, ya se reparten el mapa real del poder…SE ACUERDA O NO COMO FUE EN EL 24 …se los dejo de tarea.

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