PRESENCIA
Escenario y personajes en el registro de Sheinbaum
ANA LUISA GARCIA G.
No hay plazo que no se cumpla, y este domingo 19 de noviembre Claudia Sheinbaum Pardo quedó registrada como precandidata única a la Presidencia de la República por la alianza “Sigamos Haciendo Historia”. Esto ocurrió en una asamblea de corte privado, donde todos los asistentes eran de filiación morenista, así lo confirmó el conductor del evento por el altavoz, al mismo tiempo que convocó a no pronunciar llamados al voto, ni a favor, ni en contra de alguien.
Sin embargo cuando se alude a Sheinbaum como la defensora de la 4ª transformación, la cual va a consolidar apoyando al pueblo en la defensa de sus derechos, se hace resaltar que “es el tiempo de las mujeres, Claudia es la mejor opción”, obviamente no dice en ningún momento que para gobernar México, pero lo está sugiriendo, y para que gobierne, pues hay que… votar por ella. Lo cual tampoco lo dice. Pero ese es el nuevo lenguaje de estos tiempos, para no contradecir a la ley que sigue siendo ambigua.
El puente de este lunes 20 de noviembre estuvo que ni mandado a hacer, para que alcaldes, diputados, senadores, titulares del Poder Ejecutivo en los estados y demás clase política, retornen con tranquilidad a sus lugares de origen, luego de atestiguar este histórico acontecimiento con el que arranca un capítulo más en la historia político electoral de México.
En ese clima de furor partidista, que tuvo como escenario el World Trade Center de la Ciudad de México, en el Salón Olmeca, arribaron una veintena de gobernadores entre ellos el de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya; también circuló un video donde aparecen abrazados el mandatario, el diputado federal Erasmo González y el alcalde de Altamira, Armando Martínez Manríquez.
Ahí seguramente debió estar la plana mayor del gobierno morenista de Tamaulipas, asimismo los aspirantes a una curul en el senado o en la Cámara de Diputados, o a presidentes municipales. Los que actualmente son y los que acarician la idea de reelegirse, y quienes suspiran por la misma silla o curul.
Sheinbaum contó con el acompañamiento de los tres partidos que la llevan en alianza, el de Morena Mario Delgado Carrillo; del PT, Alberto Anaya; y del PVEM, Karen Castrejón. Obviamente los dirigentes de Morena en los estados de la República, mínimo. Todos contribuyendo a crear un horizonte de fortaleza, unidad, alegría, ya sabe usted, lo que se acostumbra en esos casos.
En ese ambiente de frenesí político electoral, la doctora Claudia Sheinbaum, dijo asumir la precandidatura a la Presidencia de la República por Morena, el Partido del Trabajo y el Partido Verde, “con orgullo, compromiso y con humildad. Pero sobre todo con la plena responsabilidad de continuar el rumbo trazado por nuestro pueblo.
En seguida expresó con firmeza: “Tengan la certeza que voy a estar a la altura de las circunstancias, que vamos a caminar juntos y juntas en unidad y que jamás, jamás traicionaré el anhelo del pueblo de México”.
Cabe mencionar que ahí estuvieron como testigos de calidad los que fueron sus competidores por la candidatura de Morena, a los que Sheinbaum mencionó con palabras de agradecimiento, desde Augusto López, Ricardo Monreal, Gerardo Fernández Noroña, Manuel Velasco y Marcelo Ebrard, “cinco compañeros que han mostrado que el movimiento es lo más importante”.
De todos, la presencia de mayor peso fue obviamente la de Marcelo, aunque se quiera diluir en el “paquete”, pero si hacemos un ejercicio, imaginando que no hubiera asistido, eso hubiera tenido un impacto, un mensaje subliminal. Ahora imagines uno por uno, la inasistencia de don Augusto, de Noroña, incluso de Velasco, no tendría ninguna interpretación. Quizá la que si pudiera tener un doble mensaje sería la ausencia imaginaria de Monreal por razones obvias.
Por otra parte Sheinbaum estuvo acompañada de los dirigentes nacionales de Morena, Mario Delgado; del PT, Alberto Anaya; y del Partido Verde, Karen Castrejón, quienes escucharon atentamente el discurso de la precandidata desde la platea.
Cerramos con el apunte, de la nota pintoresca a cargo de Félix Salgado Macedonio, quien arribó encabezando un contingente de 300 personas, con el grito de ¡Guerrero, Guerrero!
Y ahí la dejamos, es domingo y puente.