Recomiendan que “operación mochila” empiece desde casa

Legisladora considera que la responsabilidad debe recaer en los padres de familia, por lo que ahí debe empezar la “operación mochila”

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- La diputada local Blanca Anzaldúa Nájera, secretaria de la Comisión de Educación del Congreso del Estado, recomendó que la “operación mochila” para evitar que los estudiantes lleven drogas o armas a las escuelas debe empezar en casa, señalando que no es una obligación de los maestros en Tamaulipas, quienes ya enfrentan una alta carga de trabajo.

Anzaldúa Nájera destacó que el operativo mochila ha generado resistencia, especialmente entre los padres de familia, quienes frecuentemente se quejan ante la Comisión de Derechos Humanos. La legisladora explicó que los padres que no están de acuerdo con que se revisen los útiles escolares de sus hijos recurren a las autoridades para presentar denuncias, complicando la implementación de esta medida.

“Lo que pasa es que a los padres de familia que no les gusta que a sus hijos se les revise los útiles, luego van y nos demandan ante Derechos Humanos. Ese también es otro problema que pasa”, señaló la diputada.

Operación mochila, un tema de todos

Anzaldúa Nájera subrayó que este tema debe involucrar a las familias. “No es un tema solamente de la autoridad educativa. Aquí los chicos vienen con sus mochilas desde sus hogares. Es un tema en el que tenemos que pedir la participación de la familia, exhortar a los padres de familia a que revisemos”, agregó.

La diputada también destacó que, aunque se legisle sobre el asunto, la responsabilidad no debe recaer únicamente sobre los maestros y directores, quienes deben encargarse de la enseñanza y el control de la disciplina. “El maestro está obligado a estar al frente del grupo y controlar la disciplina, pero no solo tiene que enseñar hábitos, sino también ponerse a revisar mochila por mochila al ingreso, y eso también nos quita mucho tiempo”, puntualizó.

La importancia de este tema aumentó el 11 de febrero pasado, cuando un alumno de la Secundaria Técnica 1, en Ciudad Victoria, causó alarma y movilizó a las autoridades al portar una pistola de juguete que simulaba ser un arma real, lo que subrayó la necesidad de reforzar los mecanismos de revisión sin sobrecargar a los maestros.

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