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Ciudad Madero: Entre el Lastre del Pasado y la Promesa del Futuro
Por Luis Enrique Arreola Vidal
Ciudad Madero se encuentra ante una encrucijada histórica. Una ciudad con el potencial de ser el motor turístico y económico del sur de Tamaulipas, pero cuya realidad ha estado marcada por administraciones que, aunque con aciertos, han dejado cuentas pendientes. Con una ubicación estratégica, junto al puerto industrial de Altamira y la histórica ciudad de Tampico, y con la Playa Miramar—el atractivo turístico más importante del Golfo—, Madero podría ser un referente nacional.
Sin embargo, los errores del pasado y los desafíos del presente marcan el rumbo incierto de su futuro.
Hoy, bajo la administración de Erasmo González Robledo, la ciudad enfrenta el reto de reorientar su desarrollo sin repetir los errores de su predecesor, Adrián Oseguera Kernion, quien, aunque impulsó obras visibles, dejó tras de sí una pesada carga financiera. La pregunta es clara: ¿Podrá Erasmo transformar un municipio endeudado en una ciudad modelo, o se convertirá en otro eslabón del ciclo de administraciones fallidas?
De la herencia de Oseguera al reto de Erasmo: la deuda de la transformación.
Adrián Oseguera llegó a la presidencia municipal con un discurso de renovación. Pavimentación de calles, construcción de espacios públicos y programas sociales formaron parte de su legado. Sin embargo, las cifras detrás de esos logros son alarmantes:
• Más de 263 millones de pesos en déficit de nómina.
• Una deuda pública proyectada de 22 millones de pesos.
• Incremento del gasto corriente en un 35% durante el último año de su mandato.
¿El resultado? Un municipio sin liquidez, con servicios públicos comprometidos y con una nueva administración limitada en sus capacidades. La crítica principal es clara: se priorizó el corto plazo, sin planeación financiera a largo plazo.
En contraste, Erasmo González Robledo asume el cargo con una agenda marcada por la austeridad, sostenibilidad y cooperación regional. Gobernar sin recursos es, sin duda, un reto mayor. Mientras que Oseguera pudo construir obras con recursos disponibles (aunque hipotecando el futuro), Erasmo enfrenta la difícil tarea de reconstruir con los bolsillos vacíos.
“No heredamos solo una deuda económica, heredamos la responsabilidad de restaurar la confianza ciudadana y construir un municipio sostenible”, declaró González Robledo en su toma de protesta.
Ciudad Madero y su zona conurbada: Oportunidades que esperan liderazgo
La zona conurbada que conforman Tampico, Altamira y Ciudad Madero es clave para el desarrollo económico del noreste del país.
Sin embargo, la falta de una visión conjunta ha limitado su crecimiento. Aquí se presentan dos oportunidades claras para González Robledo:
1. Apostar al turismo sostenible y de alto impacto.
• Playa Miramar podría competir con destinos nacionales si se garantiza seguridad, infraestructura hotelera adecuada y promoción nacional e internacional.
• Mientras Cancún recibe más de 13 millones de turistas anuales, Playa Miramar apenas alcanza los 600 mil visitantes al año. Una cifra que podría multiplicarse si se invierte en conectividad aérea y terrestre.
• Retos: Los índices de inseguridad en la región, que registraron 1,200 incidentes de robo en 2023, y la falta de una estrategia ambiental para frenar la erosión costera.
2. Integración industrial con Altamira y Tampico.
• Altamira concentra más del 60% de la actividad petroquímica del país, y su puerto mueve casi 20 millones de toneladas anuales.
• Ciudad Madero podría capitalizar esta proximidad desarrollando parques industriales ligeros y ofreciendo servicios logísticos complementarios.
• Retos: La ciudad carece de infraestructura de transporte eficiente. El déficit de transporte público y la falta de rutas de carga son barreras al desarrollo.
El riesgo de repetir errores: la política del cemento.
Las administraciones locales en México suelen medir su éxito por la cantidad de obra pública visible: calles pavimentadas, plazas
remodeladas, edificios construidos. Sin embargo, el verdadero desarrollo se mide en infraestructura social, educación de calidad, seguridad sostenible y finanzas sanas.
Oseguera apostó al cemento. Pero, ¿a qué costo?
• El 56% de los recursos invertidos en su último año fueron destinados a obras de infraestructura física, mientras que solo el 12% se asignó a educación y cultura.
• Erasmo González, en contraste, ha prometido un modelo de desarrollo integral:
• Fortalecimiento del tejido social a través de la educación técnica.
• Inversión en movilidad urbana sostenible, incluyendo la propuesta de un sistema de transporte metropolitano para la zona conurbada.
• Programas de sostenibilidad ambiental para frenar la contaminación en cuerpos de agua como la Laguna del Chairel y la erosión en Miramar.
“Queremos un desarrollo que no solo se vea, sino que se viva y se sostenga a lo largo del tiempo”, enfatizó González Robledo.
¿Colaboración o competencia? El futuro en la zona conurbada.
La mayor oportunidad para Madero está en la colaboración regional. Tampico, Altamira y Madero comparten problemáticas: movilidad, seguridad, desarrollo industrial y turismo. Un modelo metropolitano de gobernanza podría ser la clave.
• Casos de éxito como Monterrey y su zona metropolitana demuestran que la coordinación intermunicipal aumenta la competitividad económica.
• Para Madero, la cooperación con Altamira podría significar el acceso a nuevas cadenas de valor industriales, mientras que la alianza con Tampico podría fortalecer el turismo y el comercio.
Pero esta visión requiere de un liderazgo fuerte y, sobre todo, de voluntad política. La histórica rivalidad entre los municipios podría ser el mayor obstáculo.
Erasmo González y la hora de la verdad.
Erasmo González Robledo hereda una ciudad con potencial, pero lastrada por deudas y decisiones cortoplacistas. Su reto no es solo económico, sino político: demostrar que una gestión responsable y sostenible es posible.
Su antecesor, Adrián Oseguera, prefirió el aplauso inmediato de la obra visible. Erasmo debe apostar al legado duradero del desarrollo sostenible, regional e inclusivo.
Ciudad Madero tiene el talento, la ubicación y los recursos para convertirse en un referente nacional. Pero el verdadero cambio no vendrá del cemento, sino de la visión.
“El reto de Erasmo no es pavimentar más calles, sino pavimentar un camino hacia el desarrollo sostenible, regional y humano. Gobernar, al final, es decidir. Y decidir bien es lo que hace historia.”