
La infraestructura hidráulica amenaza con agravar las inundaciones; especialistas advierten que la modernización prometida llega tarde
Ciudad Victoria, Tamaulipas. – La infraestructura hidráulica en Tamaulipas enfrenta un punto crítico. Mientras la Secretaría de Obras Públicas promete modernización, la realidad muestra drenes colapsados, diques obsoletos y una década de proyectos inconclusos.
De hecho, los fenómenos “Alberto” y “Barry”, registrados en 2023 y 2024, exhibieron la fragilidad del sistema estatal. Carreteras, caminos y pavimentos colapsaron ante lluvias que superaron cualquier previsión técnica.
Además, el titular de Obras Públicas, Pedro Cepeda Anaya, reconoció que los daños dejaron al descubierto el abandono prolongado de obras hidráulicas esenciales, especialmente en Tampico y Madero, donde las inundaciones son recurrentes.
Sin embargo, la modernización anunciada parece más una promesa que una acción inmediata. Aunque se prevé un plan integral con apoyo federal y de la Conagua, el calendario real aún no se define.
Por otra parte, el dique El Moralillo, en el sur del estado, se presenta como emblema de los avances. Pero especialistas cuestionan su impacto si no se rehabilitan simultáneamente los drenes pluviales colapsados.
Finalmente, la crisis hidráulica de Tamaulipas no solo refleja abandono institucional, sino décadas de decisiones aplazadas. Si el plan no se acelera, las lluvias futuras podrían convertirse nuevamente en desastres anunciados.