PRESENCIA
< El Truko, un auto retrato de cuerpo entero
ANA LUISA GARCÍA G.
Dos entrevistas recientes, celebradas con César Verástegui Ostos, nos dan referencia de que el precandidato de la Alianza PAN-PRI-PRD es hombre sencillo, que cuanto es, lo ha logrado por su propio esfuerzo, que su pasado es una referencia que lo enorgullece, que es un hombre de familia, con valores que ha trasmitido a sus tres hijos y que no es un político de ocasión, hay una trayectoria de servicio, lo mismos al frente de sus compañeros cañeros, que con su pueblo de 25 mil habitantes al que gobernó en dos periodos, en los que pudo ayudar a más de 600 familias para que tuvieran una vivienda digna.
Pero antes de ser alcalde, diputado federal y Secretario General de Gobierno, fue albañil, comerciante y agricultor. También relata un episodio familiar, cuando fueron secuestrados dos de sus hermanos, y eso lo hizo sensible en estos temas de desaparición que tuvo que atender desde su función en el Palacio de Gobierno.
El crédito de estas entrevistas de las que pretendemos resaltar lo más importante, para llegar a una conclusión que dibuje de cuerpo entero quien es El Truko, corresponden a Daisy Herrera de El Mercurio y Marco Esquivel, director del portal Hoy Tamaulipas.
La periodista Daisy Herrera, con su sensibilidad femenina conduce durante la entrevista a César Verástegui a hablar de la familia, de su esposa Mercedes y sus tres hijos Martha, Cesarín y El Chino; de su vida sencilla en Xicoténcatl, un pueblo donde casi todos se conocen, de cómo vivió 24 años en el solar de su mamá en una casa pequeña, y de cómo los bromeaban en que eran una familia muy unida por el tamaño del lugar donde vivían.
El Truko continúa charlando y disfrutando recordar el entorno de su familia, de la que presume “es muy unida, muy generosa, siempre estamos dispuestos a servir, apoyar, nos gusta, nos nace”. Y luego agrega, “esto aplica en todos los aspectos de mi vida, dar la cara, atender, resolver y hablar con la verdad”.
Luego César Verástegui habla de cómo le llega la oportunidad de ser precandidato a la gubernatura de Tamaulipas, casi sin proponérselo, sólo trabajando, dando resultados en todas las tareas que ha tenido a su cargo, dice que nunca se sentó a soñar despierto, prefirió trabajar y “resolver en corto”. Con esto quiere decir que enfrentó y resolvió los temas que tenía enfrente y a eso dedicó sus empeños y capacidad, lo demás llega sólo, así han llegado las diferentes oportunidades de su vida.
Daisy le preguntó cuál ha sido la etapa más feliz de su vida, y la respuesta no se hace esperar, “siempre he sido feliz”. Con “traguitos amargos, como cualquier persona, pero siempre, se busca el lado bueno, lo positivo, a las cosas”.
Verástegui comparte a la entrevistadora su filosofía de vida, “una persona sin amor vive muerta”, amar a la gente es realmente la esencia de la vida. Y así se lo trasmite a sus hijos. A los que inducen a ser personas con principios y con valores, que se ganen la vida honradamente, que sean gente de bien y que se labren su propio destino.
Y sigue hablando de ellos, “gracias a Dios, los veo muy centraditos, muy sensatos, están contribuyendo (se refiere a su proyecto político) con sus amistades, pero me da gusto que traen luz propia, no están bajo mi sombra, creo que van bien”.
En el cierre de esta parte de la entrevista El Truko Verástegui confirma que le gusta la fiesta, bailar y cantar canciones rancheras, lo ha hecho desde su juventud. Y viene la pregunta final, siendo como es, hombre sencillo, “raza”, ¿tendrá la suficiente voluntad, para mantener los pies en el piso cuando se encumbre?
La respuesta fue; “Dicen que genio y figura hasta la sepultura, yo no he cambiado, sigo siendo la misma persona, no voy a cambiar, no me interesa cambiar, quiero que la gente me respete por quién soy, y no por la investidura”.
Por lo que respecta al trabajo de Marco Esquivel, es muy extenso y sólo tomamos tres puntos que nos parecieron los más interesantes. Una de las preguntas:
¿Cuáles son tus valores y que te hace único? “Tengo humildad, la necesaria; tengo carácter, soy justo”. Verástegui dice que no es, ni soberbio, ni arrogante; que evita los conflictos, no a la imposición, primero el diálogo. “Nunca me impongo, hay que conocer las razones de la otra parte, y en base a ello tener un juicio, Si tengo que ceder lo haré”.
Luego agrega. Hay que darle a cada quien lo que necesita, considera que en la sociedad existen varios segmentos y se requiere un traje a la medida para cada uno de ellos. En ese contexto se refiere a las políticas públicas, donde él puede ser en unos casos de derecha, en otros de izquierda o de centro, esto en cuanto a los programas sociales, hay gentes que necesitan el subsidio, otras requieren incentivos, motivarlos para que emprendan y los hay también, que son socialmente responsables. Entonces hay que diseñar actuaciones para cada caso.
Otra pregunta de Esquivel fue ¿A qué le teme el tamaulipeco, qué le duele? La respuesta es inmediata, “Le teme a regresar al pasado, a vivir nuevamente la inseguridad, nadie quiere la violencia, porque es un estado de anarquía, a donde a nadie le va bien”. El precandidato trae a la memoria los sucesos sufridos durante 10 años del 2016 para atrás, que sacudieron al estado, eso es lo que nadie quiere volver a vivir.
Luego añade, la estabilidad permite el desarrollo económico y social, por eso es importante que no se pierda el rumbo y el destino, aquí en donde viven nuestras familias, aquí donde pretendemos vivir el resto de nuestros días.
Lo logrado es producto de la participación de todos, de muchos sectores, de hombres y mujeres, y todos queremos conservar este clima social que nos permite emprender, trabajar, incluso socializar.
EL SECUESTRO DE SUS HERMANOS.- Quizá la pregunta más fuerte, por los recuerdos que genera, es la referente a su supuesta relación con los malos. Y es que César Verástegui dice tajante, nunca he tenido ni tendré relaciones con ellos, y relata que en enero de 2012 siendo alcalde de Xicoténcatl, fueron secuestrados dos de sus hermanos, uno de ellos nunca lo volvieron a ver, y sólo les regresaron a su hermano Vicente, tras 39 días en que tuvieron que ceder a las exigencias que les hicieron.
Por ese sólo hecho, relata, no puede haber ninguna clase de relación, por eso entiende a quienes han sido víctimas por el secuestro de algún familiar. Relata que en esa ocasión no tuvo ningún apoyo, ni de la Secretaría General de Gobierno, o Secretario de Seguridad, no había a quien recurrir, “nadie me llamó”, refiriéndose a los funcionarios, luego comenta, “hoy en cambio existe una Dirección para atender los casos de desaparecidos”.
Es así como durante su encargo como Secretario General de Gobierno, recibió y atendió llamadas telefónicas en torno a este tema, que por cierto una de ellas fue editada y la hicieron circular, dentro de la guerra sucia de este periodo político. Es imposible ver con indiferencia un episodio de esta naturaleza cuando ha marcado tu vida.
Hasta aquí los fragmentos de la entrevista realizada por Esquivel al precandidato.