Entrevista

Truko: genio y figura hasta la sepultura

Truko Verástegui no es un hombre que se siente a soñar despierto, él prefiere trabajar y resolver “en corto”, así es como dice, le han llegado las oportunidades a su vida

 

Por Daisy Verónica Herrera Medrano

Ciudad Victoria, Tam.- Crecer en un lugar en donde prácticamente todas las familias se conocen, hace que, detener el vehículo y darle un aventón a quién va caminando sea lo de cada día.

Así recuerda Truko Verástegui su vida en Xicoténcatl y eso señala, es la esencia que permanece, incluso en la capital tamaulipeca, donde radica desde hace cinco años.

“Toda nuestra familia es así, es muy unida, es muy generosa, siempre estamos dispuestos a servir, a apoyar, nos gusta, nos nace”.

Esta regla la aplica en todos los aspectos de su vida, dar la cara, atender, resolver y hablar con la verdad, “es mi vocación de servicio”, afirma.

SIN AFANES Y SIN FORZAR NADA

Truko Verástegui no es un hombre que se siente a soñar despierto, él prefiere trabajar y resolver “en corto”, así es como dice, le han llegado las oportunidades a su vida.

Asegura que jamás se afanó en conseguir la precandidatura, sino que dejó, que la oportunidad surgiera.

“Ustedes son testigos que siempre me manejé con un perfil bajo, nunca la busqué con aquella ansiedad, porque mira, yo tengo 55 años, si las cosas se dan, que se den de una manera voluntaria, porque después queda uno frustrado, entonces lo que Dios tenga para nosotros, así va a ser”.

En el tema familiar, revela que la unidad familiar con la que creció al compartir el mismo predio con sus padres, es lo que asegura, junto a su esposa Mercedes, a quién de cariño le llama Meche, han inculcado a sus hijos Martha, Césarin y El Chino.

“Yo viví 24 años en el solar de mi mamá, estaba la casa grande y yo vivía en otra casa pequeña, ellos mismos se burlaban porque éramos una familia muy unida porque estaba la casa muy pequeña”.

SIEMPRE HE SIDO UN HOMBRE FELIZ

Ante la pregunta expresa de cuál ha sido hasta ahora, la etapa más feliz de su vida, sin titubeos responde “siempre he sido feliz”.

Agrega que como en la vida de cualquier ser humano “hay traguitos amargos” pero igual, dice, hay que buscarle siempre, el lado bueno, positivo, a las cosas.

“Todo ser humano trabaja a través de ideas preconcebidas, lo pasas (el trago amargo), le buscas el lado bueno a las cosas y a darle, siempre he sido una persona feliz”.

Luego agrega “el trago amargo, se digiere, hay que decirle adiós”.

En su opinión afirma, “una persona sin amor vive muerta”, pues cuando uno tiene la oportunidad de amar a la gente, eso es realmente la esencia de la vida.

Esta filosofía es la que trasmiten él y su esposa Mercedes Aranda a sus hijos.

“Que sean personas con principios y con valores, que se ganen la vida honradamente, que sean gente de bien, que labren su propio destino”.

En casa asegura que las reglas están muy claras para todos, cada quien tiene su responsabilidad y “nada de andar invadiendo esferas”.

“Gracias a Dios, los veo muy centraditos, muy sensatos, están contribuyendo con sus amistades, pero me da gusto que traen luz propia, no están bajo mi sombra, creo yo que van bien”.

Antes de despedir la entrevista, afirma que le gusta la fiesta, bailar y entonar canciones rancheras.

“Me gusta la fiesta, si me gusta bailar, en ocasiones cantar, ranchera música de uno de otro y otro me gusta la letra, pero pedazos de canciones en la convivencia”.

Ante esta personalidad de hombre franco, sencillo, “raza” como coloquialmente se le dice, se le cuestiona si tendrá el suficiente tesón para no despegar “los pies del piso” cuando se encumbre.

“Dicen que genio y figura hasta la sepultura, yo no he cambiado, sigo siendo la misma persona, no voy a cambiar, no me interesa cambiar, quiero que la gente me respete por quién soy y no por la investidura”.

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