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ANTÍTESIS

¿Es posible transitar a un modelo de energía circular en México?

Mario Flores Pedraza

 

Hace meses en este mismo espacio escribía acerca de la economía circular; de como el modelo de extracción, refinación, fabricación, ensamble, ensamble, producto final y residuo, está degenerando el mundo rápidamente.

En esa columna analizaba si había una alternativa a este modelo lo que respondía con que la alternativa era la economía circular.

La economía circular es un sistema industrial que es regenerativo o restaurativo por intención y diseño.

Es decir, por un lado, prioriza generar impactos positivos, y no solo reducir los negativos; y, por el otro, hace un llamado a repensar la forma en la que se diseñan productos, procesos, modelos de negocios e incluso regiones enteras.

México genera más de 44 millones de toneladas anuales de residuos, para el 2030 se contempla se generen 65 millones (SEMARNAT, 2019).

El concepto de Economía Circular va en auge, específicamente en el Reino Unido donde los lazos entre gobierno y sociedad existen, siendo este uno de los pilares para poder acelerar la transición del modelo de EC y es que el aprovechamiento de los recursos resulta ser una opción ideal para contribuir al desarrollo sostenible, ya que implica el aprovechamiento de los recursos y por ende, la reducción de desperdicios, con ajustes, por ejemplo, en los empaques de los productos.

México se encuentra iniciando en temas de sustentabilidad y economía circular, a pesar de que estén en la agenda de los gobiernos, aún no se podría catalogar como transición, pues a pesar de haber propuestas de regulación de manejo de residuos y ecodiseño, estas no han sido aprobadas en todo el país, sin embargo, algunas empresas se encuentran realizando ajustes en sus productos e innovando en sus procesos con el objetivo de ser una empresa socialmente responsable y reducir su impacto ambiental.

En este contexto, es necesario elaborar un plan de acción donde organizaciones, gobierno y sociedad estén comprometidos para transitar.

Respecto a la economía circular en México, aunque la pregunta “¿Qué sigue?” nos debe desafiar y emocionar, la pregunta de “¿Qué es lo que ya hay?” nos puede dar insumos valiosos para hacer frente a lo que sigue.

Un próximo paso importante es no dejarnos abrumar por las significativas implicaciones que podrá tener esto para varias industrias.

Hoy sabemos que muchos de los esfuerzos exitosos de economía circular se logran porque se implementan de forma gradual y con una lógica incremental.

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