EL PUNTO ES…
Armagedón llega a Tamaulipas
Por Daisy Verónica Herrera Medrano
EL PUNTO ES… Que el Armagedón de los microchips alcanzó a Tamaulipas.
Hablamos de, la crisis que genera la falta de microchips, esos que se usan en la fabricación de teléfonos móviles, automóviles, computadoras, consolas y electrodomésticos.
Si bien, la escases se empezó a registrar en el mundo a finales de 2020, es ahora, sin duda, cuando se vive el pico más alto.
En Tamaulipas, la punta del iceberg se alcanza a ver en el sector automotriz y en los teléfonos móviles.
EL PUNTO ES… Que las compañías telefónicas tienen en este momento escases de microchips, esos artefactos pequeños que permiten a los teléfonos móviles tener línea.
La crisis la han empezado a sortear reciclando chips, el problema, es que ahora, cuando adquieres un chip usado – muchas veces sin saberlo- llegan las llamadas indeseadas.
El fin de semana, la dependiente de una tienda de conveniencia me ofreció dos opciones de chips telefónicos, el primero en 30 pesos y el segundo en 150.
La trabajadora me explicó, el de 30 pesos son chips recuperados, lo malo es, – que le pueden estar llamando preguntando por el titular de la línea anterior-, ahí entendí la crisis.
EL PUNTO ES… Que el lunes en entrevista con el Subsecretario del Trabajo y Previsión Social, WILLIAM KNIGHT CORRIPIO, entendí porque a la falta de microchips le llaman el nuevo Armagedón.
Esta crisis, provocó en abril, que, por primera vez en 2022, se registraron pérdidas significativas de empleo.
La caída fue de 2 mil 600 plazas laborales, la mayoría en las maquiladoras del sector automotriz, precisamente por la falta de estos componentes.
Tan solo en Reynosa y Matamoros, el sector maquilador perdió entre 1,700 y 1,800 empleos, es el llamado Armagedón que alcanzó a Tamaulipas.
EL PUNTO ES… Que el COVID-19 llegó para transformarnos la vida, no solo nos quitó la vida de tantos seres queridos, sino que sus secuelas aún las estamos viviendo en casi todos los sectores productivos y económicos.
El componente de la pandemia ahora se combina con los efectos de la guerra en Rusia y Ucrania, el resultado es la falta de estos pequeños artefactos, tan útiles y necesarios en nuestros días.
En Texas, por ejemplo, la crisis ya escaló a la falta de automóviles nuevos en el mercado, demanda hay, pero la oferta cada vez se escasea más.
Los expertos en el tema advierten, que será hasta el 2024 cuando la producción de microchips empiece a normalizarse y con ello todos los sectores que dependen de ellos.
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