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Ajustes que fortalecen al gabinete
Por Dora de la Cruz
Los errores tienen un costo. El caso del vocero de seguridad, Jorge Cuéllar Montoya, se había postergado su salida, luego que en varias ocasiones incurrió en errores de declaraciones en temas de relevancia para la ciudadanía, como es la seguridad pública. Le faltó una o un asesor que le supiera al tema. Por eso, quien llegue debe tener el perfil a la altura que se requiere en este cargo importante de informar sobre asuntos de seguridad.
Este cambio viene a fortalecer el gabinete estatal, como ha sucedido con los últimos nombramientos en la Secretaría de Educación, con la llegada de Miguel Ángel Valdez, quien también al interior de la Secretaría realiza ajustes internos que tienen que ver con acabar con vicios de despilfarro de recursos, como es el caso de las “aviadurías” y los montos de compensación que se repartían entre “cuates”, códigos de supervisora a quienes no cumplían con el perfil, y todos estos abusos que se cometieron en el anterior gobierno del Partido Acción Nacional y que se están revisando para optimizar los recursos y lograr una mejor calidad educativa. Además, ha logrado la alianza con la Sección 30 del SNTE, estableciendo una buena relación con su dirigente, el profesor Arnulfo Rodríguez Treviño, quien durante el evento del Día de las Maestras y Maestros reconoció la buena relación con el gobernador Américo Villarreal.
Se ha dicho siempre que el tercer año de gobierno es para consolidar el gabinete estatal. La sacudida al primer equipo trae cambios positivos, porque cada vez el gobernador Américo Villarreal está logrando un equipo leal, comprometido con el humanismo y el servicio público. Por eso, seguramente al concluir el año habrá otros cambios importantes, como en la Fiscalía Estatal, con lo que vendrá una renovación en esta dependencia que tiene que ver con investigar y perseguir los delitos del fuero común, y en la que Irving Barrios pertenece al grupo político del exgobernador Francisco “N” de quien no se ha desligado.
Con la salida inminente del fiscal Irving Barrios, que concluye su periodo en diciembre, el gabinete estatal cierra una de las últimas figuras heredadas del cabecismo en el aparato de justicia tamaulipeco. El relevo es un movimiento clave que le permite al gobernador Américo Villarreal cerrar filas con un gabinete ya completamente comprometido a su proyecto de transformación. Ahora, el gobierno estatal cuenta con una estructura leal, aprobada y, sobre todo, con coincidencias ideológicas y de compromiso con el pueblo, con un equipo que responde al llamado de trabajar de manera coordinada por las y los tamaulipecos. Este momento marca una nueva etapa, sin figuras heredadas.
Por ello, los últimos cambios en la Secretaría de Energía, el cambio en Finanzas, la reorganización en Administración, la salida de Lucía Aimé de Educación y, la más reciente, la renuncia del vocero de Seguridad, dibujan un cierre de ciclo dentro del equipo cercano del gobernador.
Américo Villarreal Anaya parece entrar en una nueva fase: la de consolidación. Tras un arranque marcado por una red sembrada de funcionarios, contratos y estructuras institucionales afines a intereses del cabecismo, que increíblemente siguen operando con guerra sucia y difusión de noticias falsas para desacreditar al actual gobierno, el rumbo de la administración estatal se mantiene firme. La aprobación ciudadana no se ha visto afectada.