EN VISTO
Las mentiras de Óscar Almaraz
Dora de la Cruz
A Óscar Almaraz, solo le conocen el lado del político, el que siempre ríe, usando esa mueca como si fuera una marca, pero la verdad es otra, esta mueca, es parte de sus mentiras.
El político victorense que ha fincado su fortuna desde los cargos en la función pública, de los que ha hecho un empleo redituable, a su paso como alcalde, secretario de finanzas, durante el gobierno de Eugenio Hernández, además de que también fue diputado local, y actualmente se desempeña como diputado federal, logró hacer el negocio que le ha permitido alcanzar hasta sus hermanos, cuyos nombres de apellido Almaraz Smer, nunca los verá en en las listas de proveedores gubernamentales, porque siempre usan “juanitos”, para obtener grandes negocios.
Quienes lo conocen, dicen que no soporta hábitos de quienes no tienen clase, ni pertenecen a su grupo privilegiado de la buena vida, ropa de marca, ni modales de la monarquia, quienes van a su casa, lo saben, pero muchos de sus amigos también son cómplices, así que aguantan de todo.
Sin embargo su cara de político, hace creer que es una persona empática, solidaria, a la que le importan las demás personas, cuando es todo lo contrario, ni siquiera le importa resolver un caso familiar, porque dice que no es su tema, así es este personaje político, el que ofrece llevar la felicidad a cada hogar victorense.
Chacho como le dicen de cariño sus amistades, dijo durante el registro como pre candidato a alcalde de Victoria en el Partido Acción Nacional, mentira, tras mentira, ante las y los periodistas, casi casi, se dibujó como el misionero de la caridad que viene a salvar a Victoria, cuando fue de los gobiernos municipales más corruptos, con el Partido Revolucionario Institucional, en aquel entonces.
También declaró que siempre ha sido Institucional, se refería seguramente a la traición a su amigo el ex gobernador Eugenio Hernández, pero no solo eso, también al partido político al que decía que le debía todo, el Partido Revolucionario Institucional, al cual abandonó para sumarse, al proyecto político del ex gobernador Francisco Cabeza de Vaca, al cual sigue defendiendo.
“Vamos a construir la ciudad que todos queremos”, ¿todos? se refiere a su familia y hermanos, amigos y uno que otro vecino que también se beneficia de los grandes negocio que ha construido el político que dice querer a la capital del estado.
Todo un personaje que debería de someterse a la prueba de detector de mentiras, para confirmar que su amor por los victorense es falso como su sonrisa.