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PRESENCIA

Geño, el de ayer, el de hoy y el de mañana

ANA LUISA GARCÍA G.

La libertad de Eugenio Javier Hernández Flores, festejada por la voz popular, sobre todo victorense, se ha dado bajo una serie de altibajos a partir del 12 de octubre de 2022, fecha en que los abogados defensores de la causa del exmandatario ofrecieron una conferencia de prensa en el marco de una comida, que muchos tomamos como un festejo de algo que se daba por hecho. Asistimos a ese evento alrededor de 150 periodistas, y salimos convencidos de que muy pronto Geño estaría en libertad, pero no fue así.

Fue un proceso extraordinariamente difícil, incluso ahora ya en libertad, muy pocos se han atrevido a escribir algo sobre el tema, quizá por lo dubitativo de la resolución, y porque aún está pendiente un capítulo por resolverse, se trata de una solicitud de detención provisional con fines de extradición internacional a cargo de la Corte Federal del Distrito Sur de Texas, lo cual lo puede enfrentar en libertad desde México. Siempre que la mano negra no se extienda hasta el texano estado vecino.

Sin embargo, todo este largo proceso de seis años, no fue suficiente para desalentar a miles de tamaulipecos que le tienen afecto a Geño, quien es sin duda, el más querido de los ex gobernadores de esta entidad. Porque cuando están en el poder todos son muy queridos, pero pocos siguen conservando el afecto de un pueblo luego de concluido su periodo.

Nadie puede soslayar que en este proceso privó más lo político que lo judicial, hasta el último momento fue así, y salieron a relucir obstáculos para frenar su salida.

La pregunta que flota en el ambiente es, cuál será el papel que jugará como factor de poder e influencia en el próximo proceso electoral. De hecho, siempre lo jugó desde su encierro, pero discretamente.

¿Trae proyecto? ¿Lo veremos pronto por acá? O preferirá mantenerse a distancia.

Como quiera que sea, Hernández Flores está en el corazón y en la mente de muchos tamaulipecos de manera favorable, son más los amigos, que los adversarios. Y para fortuna de él, en Tamaulipas hay un gobierno diferente y desligado de los fantasmas del pasado.

Algo que él me comentó hace muchos años, cuando empezó a incursionar promoviendo el apoyo económico para la campaña de Tomás Yarrington, y me llamó la atención ese papel que estaba jugando, le pregunté qué puesto pensaba buscar, y me dijo, “no, yo no soy político, sólo quiero que me den obras para mi constructora”.

Esa fue una parte del inicio de lo que se convertiría una carrera política, así como haber sido el promotor de la campaña del entonces presidenciable Francisco Labastida, lo puso en la lista de propuesta para la diputación federal. Fue la punta de la hebra que lo conduciría a la Presidencia Municipal de Victoria y más tarde a la gubernatura.

Hoy en día, el encierro no lo desgastó en popularidad, por el contrario, lo victimizó. No esperemos encontrar al Eugenio de las fotos de su tiempo de gobernador, ahora está por cumplir el próximo 17 de octubre 64 años de edad.

En este momento debe de estar seguramente ordenando sus ideas antes de hacerse presente en esta su tierra que lo vio nacer. ¿A qué aspiras cuando dejes de ser gobernador? Le pregunté en el inicio de su campaña, y la respuesta fue: “A que me quieran los tamaulipecos cuando ya no ejerza el poder”.

CON VOLUNTAD Y COMPROMISO INICIA NUEVO CICLO LA UAT. – La Universidad Autónoma de Tamaulipas con 72 años de trabajo y de historia se ha consolidado como una institución fuerte y grande, y no sólo en infraestructura, que es importante, en este caso nos referimos a la grandeza de voluntad, de compromiso y constancia para mantener y acrecentar la calidad educativa.

La UAT cumple con su encomienda trabajando y luchando día a día para lograr su crecimiento con una visión de competencia internacional y de internacionalización, bajo esos preceptos inició un ciclo escolar más.

La máxima Casa de Estudios camina al lado de las demandas que tienen los sectores público y privado en materia de recursos humanos, principal capital en la transformación que impulsa el gobierno, y que requiere la empresa privada para generar desarrollo económico.

Hoy la universidad realiza ese acompañamiento sin perder de vista la sustentabilidad y la equidad de género, conceptos que forman parte de los cimientos de la institución.

Los ciudadanos tamaulipecos, padres de familia, empresarios y generadores de las fuentes de trabajo y el gobierno mismo, tienen confianza en los aportes de la institución, que está pendiente de actualizar sus programas de estudio y estrategias para dar como resultados la generación no sólo de profesionistas eficientes, sino de ciudadanos responsables e interesados en su entorno.

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