PUNTOCIEGO
La elección más aburrida de la historia
Por Daniel Santos Flores
En un artículo publicado en la gaceta electrónica de la UNAM que se titula: El aburrimiento, emoción moral y desagradable, dice que “el aburrimiento surge ante circunstancias carentes de estímulos. Se asocia con baja actividad fisiológica y falta de interés. Surge ante la percepción de la falta de fenómenos interesantes para ver, oír o hacer física o intelectualmente. En ese momento, se desea estar inactivo y no hay un estímulo que sirva para satisfacer el deseo de actividad.
Ahora bien, una vez dicho esto, permítame explicarle por qué para mí esta elección es la más aburrida de la historia:
Me remonto a 1988, los candidatos fueron Carlos Salinas de Gortari del PRI, Manuel Clouthier del PAN y Cuauhtémoc Cárdenas del PARM. En aquella ocasión por primera vez existió una fuerte oposición representada por un lado por Maquio, un empresario estridente y de carácter fuerte y por otro lado, el ex priísta Cárdenas; estos representaban la oportunidad de un cambio de rumbo, lo que ocasionó que fuera una elección muy participativa en la que afirman algunos y lo desmienten otros, que hubo un fraude para hacer ganar al abanderado tricolor con aquella famosa caída del sistema. El resultado ya se lo sabe Usted.
Pasaron los años y el proceso electoral de 1994 fue una catástrofe, si bien no existía una gran oposición, lo que llamó la atención de los electores fue la candidatura de Colosio y sus problemas con Manuel Camacho Solís; como todos sabemos, Colosio fue asesinado, Manuel Camacho relegado y Zedillo fue el electo. Un año y un proceso electoral agitado y observado por todos.
En el 2000 la llegada de Vicente Fox como un candidato que por fin podía expulsar al PRI causó conmoción. Labastida fue el candidato oficial y todo el país puso los ojos en esa elección. Aún se respiraba el aroma del supuesto fraude de la elección pasada y los mexicanos no iban a permitir una dosis similar. Los electores participaron como nunca antes, le dieron el triunfo a Fox, y antes de cualquier sospecha, el presidente Zedillo fue el primero en salir a reconocer su victoria.
En el 2006, al PAN le alcanzó para posicionar a su candidato, y en medio de las críticas por las altas expectativas del gobierno de Fox, se dio esta elección en la que Andrés Manuel López Obrador, representante de la izquierda, compite por primera vez. Felipe Calderón y AMLO encabezaban las encuestas, pero había un priísmo con ganas de regresar al poder, solo que no le alcanzó más que para dividir el voto y en un resultado cuestionado, Felipe Calderón se alza con la victoria por apenas 243,934 sufragios, o sea, nada, una diferencia mínima. La opinión pública se dividió y fue un sexenio complicado y cuestionado. Esa polarización lograda fue la antesala de la elección siguiente.
En 2012 con la llegada del “nuevo PRI”, en donde había gobernadores del PRIstas jóvenes que habían ganado la mayoría de los estados y que habian logrado convencer a la ciudadnia de un nuevo rostro, destacó Enrique Peña Nieto. Una elección muy participativa, todos con los ojos encima de ella. Por un lado EPN representaba el regreso del partidazo, Josefina Vázquez Mota, mala candidata oficial y AMLO, el crítico y opositor que había manejado un discurso de fraude en contra del PAN desde la elección pasada. El resultado fue el PRI de regreso. AMLO no desistió, rompió con su partido y construyó el propio. Esta es la antesala para la elección de 2018, Morena llega a la escena política.
Todas las encuestas daban por ganador a López Obrador, sin embargo, los priístas no creían que fueran a perder con José Antonio Meade, un excelente funcionario pero un mal candidato, además arrastraba la pesada loza de la corrupción del gobierno peñista. El pacto por México entregó demasiadas concesiones al PAN, que lejos de ser un aliado, se convirtió en su mayor enemigo. Todos los ojos puestos en la elección, AMLO ganó indiscutiblemente.
Ahora en 2024, el posicionamiento de Morena junto a la gran aceptación del presidente AMLO, coloca en un cómodo y holgado primer lugar a Claudia Sheinbaum. No hay sorpresas, Xóchitl no levantó y Maynez no encantó. Como lo he dicho antes, la elección está definida desde que inició el sexenio. Lo que convierte a esta elección en “la más aburrida de la historia”.
Reenviado
“Si Internet sustituye a la política, desaparecerá todo contraste con la realidad y no habrá ya ninguna ocasión para que un votante contemple en persona a un político y tome la decisión de confiar en él o no, de creerle o no. La política tiene que seguir siendo algo corpóreo porque la confianza es corpórea.”. – Michael Ignatieff