Tras la masacre, el éxodo de familias
Por Daisy Verónica Herrera Medrano
Reynosa, Tam.- El lunes, familiares de las víctimas de la masacre ocurrida en Reynosa el fin de semana iniciaron la mudanza, huyen de su hogar desplazados por la violencia.
Quienes emigran son viudas de taxistas, de albañiles, reparadores de celulares, dependientes de tiendas de autoservicio, lo que se denomina “gente común”, es decir, no estaban asociados a actividades ilícitas.
Lo sucedido el sábado no tiene precedente, es el primer ataque directo hacia la sociedad civil, no fueron víctimas colaterales de un enfrentamiento entre grupos criminales o entre delincuentes y policías, fue una selección al azar, algo similar a lo que sucede en la Película La Purga, señala el activista Giovanni Barrios, quien tomando de referencia los estatutos de Roma de la Corte Penal Internacional, califica lo sucedido el sábado en Crímenes de Lesa Humanidad.
La Fiscalía General de la República (FGR), asumió la responsabilidad de investigar la masacre, el Gobierno de Tamaulipas confirmó el cumplimiento de la instrucción presidencial, girada durante la conferencia mañanera del lunes, luego de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador condenó los hechos y envió el pésame a las familias de las víctimas.
El domingo, el Gobernador Francisco García Cabeza de Vaca en comunicación telefónica con las Secretarias de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, les informó que existen elementos suficientes sobre la probable participación de grupos criminales vinculados a la comisión de varios delitos federales, entre ellos delincuencia organizada, que tendrían relación con agrupaciones criminales que operan en la región de Matamoros, Río Bravo y Reynosa.
El primer contacto visual que se tiene del comando armado que asesinó a cuando menos 15 civiles, fue en la brecha El Berrendo rumbo a la Colonia Almaguer, asentamiento en donde se alberga el campo militar de la octava zona.
A partir de su incursión en esa zona la matanza empezó, trabajadores de la construcción, dependientes de tiendas de autoservicio, familias que transitaban por la ciudad y que se toparon con el comando armado, uno a uno fueron acribillados, solamente una persona a las que se le disparó quedó viva, fue traslada a un hospital en donde finalmente la mañana del lunes se informó que murió.
La persecución policial empezó minutos después del primer ataque que derivó en una de las peores masacres de los últimos años en Reynosa, los cuerpos baleados y los charcos de sangre se ubicaron en las colonias Almaguer, Lampacitos, Unidad Obrera y Bienestar, hasta llegar incluso a las inmediaciones del Puente Internacional Reynosa-Pharr en donde quedó tenido el cuerpo de uno de los 4 atacantes abatido por la policía.
Desde el lunes, la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas (FGJT), únicamente trabaja en coadyuvancia con la Fiscalía General de la República para el esclarecimiento de los hechos.
La cifra de muertos que reconoce el Estado, es de 15 civiles ajenos al grupo armado, uno de ellos murió en un centro hospitalario y 4 presuntos responsables del multi homicidio.