COVID acelera pobreza y migración
Daisy Verónica Herrera Medrano
Reportera
La pandemia de COVID-19 ha empeorado significativamente las condiciones económicas en países de centro y Sudamérica generando una mayor movilidad migratoria hacia Estados Unidos.
La travesía de tener que cruzar territorio mexicano hasta llegar a suelo estadounidense, con las vicisitudes que conlleva enfrentarse a la violencia en México, las bandas de delincuentes y la propensión de infectarse de COVID en el camino, no frenan las hordas de migrantes.
Desde abril de 2020 a la fecha, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos en el Valle de Texas, ha experimentado un aumento constante en los encuentros fronterizos que sembró la necesidad de instalar una nueva estación de procesamiento migratorio.
Esta nueva estación se conseguirá a través de la instalación de carpas para migrantes en Donna, Texas, lo que permitirá procesar de manera segura a las personas bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza.
De acuerdo a las características del material, este es resistente a la intemperie, tiene un clima controlado y proporcionará amplias áreas para comer, dormir e higiene personal.
El diseño de las instalaciones será de mejora considerable con respecto a las instalaciones anteriores de paredes blandas.
La instalación temporal fue construida para proporcionar capacidad de procesamiento para el sector del Valle del Río Grande de la Patrulla Fronteriza, mientras que el Centro de Procesamiento Centralizado permanente en McAllen, se encuentra en proceso de renovación.
Se eligió la ubicación de Donna dado a que es fundamental para las estaciones de la Patrulla Fronteriza en todo el sector del Valle del Río Grande.