Ganaría Federación con ajuste de Coordinación Fiscal: Gil Zuarth
Daisy Verónica Herrera Medrano
Reportera
Justo cuando la exigencia de 10 Gobiernos Estatales para actualizar el Pacto Fiscal, toma su pico más alto antes del impasse por el Presupuesto 2021, el Consejero Jurídico de la Alianza Federalista, Roberto Gil Zuarth habla en exclusiva con daisyherrera.com sobre todo lo que la exigencia de los federalistas significa.
Con total franqueza admite, que este “entuerto” es decir – el Sistema de Coordinación Fiscal -, solo pueden arreglarse con voluntad política, sin embargo, los Gobernadores no perderán de vista los elementos jurídicos de los que puedan echar mano en caso de una cerrazón para cambiar el reparto de los dineros.
El primer interesado en arreglar este entuerto debe ser el Presidente de la República, porque va a poder hacer más por menos, es decir, vamos a poder generar más recursos y con eso se va a poder fortalecer la capacidad del Estado en su conjunto, desde la Federación hasta el último de los Municipios, sólo desde una cerrazón ideológica o política, no le tomaría el Presidente la palabra a los Gobernadores que están diciendo revisemos la fórmula, revisemos nuestras responsabilidades, revisemos cómo nos coordinamos y también revisemos la calidad del gasto público”, dice Gil Zuarth.
NO SE BUSCA INDEPENDENCIA DE LA REPÚBLICA
Aclara que el Pacto Fiscal es un acuerdo de voluntades, no una obligación de los Estados, una decisión soberana, cuando voluntariamente deciden integrarse al Sistema Nacional de Coordinación Fiscal y se aplican las fórmulas que prevé la Ley de Coordinación Fiscal.
“Si un Estado por ejemplo no quiere coordinarse, se sale del Sistema de Coordinación Fiscal, no se sale de la República, no se sale del Pacto Federal, no es que se vuelva una República Independiente, que se esté eximiendo de la nación, simplemente el Estado estaría tomando la determinación de cobrar sus propios impuestos y de asignar esos impuestos a los fines que su Congreso establezca”.
Descoordinarse insiste, no es volverse República Independiente, descoordinarse simplemente significa que el Estado recupere sus facultades originales de cobrar impuestos y que en consecuencia deja de recibir fondos federales.
Lo contrario explica, es como están ahora todos los Estado, al coordinarse suspenden sus facultades originales de cobrar impuestos, le dan la responsabilidad a la federación para cobrar los impuestos a nombre del Estado a cambio de que el Estado reciba una parte proporcional de los recursos que la federación recauda en todo el país.
Los gobernadores de la Alianza Federalista lo que pretenden es renegociar los términos de la Coordinación Fiscal, términos que se fijaron a finales de los años 70 y que hoy están totalmente desactualizados.
Refiere que la última modificación relevante de la Ley de Coordinación Fiscal fue en el 2007 y esa reforma generó un efecto muy pernicioso para la coordinación fiscal por qué premia al número de población, en lugar de premiar la actividad económica y la eficiencia recaudatoria de los Estados.
Antes del 2007 la fórmula incluso funcionaba mejor, ya que los Estados con mejor desempeño económico, con tasas de crecimiento más aceleradas y que tenían una buena eficiencia recaudatoria es decir, – hacían bien la chamba de cobrar impuestos -, recibían más dinero de la Federación.
“En 2007 con una fórmula un tanto extraña, muy compleja, se cambian las reglas de la fórmula y ahora se premia a los Estados que tienen mayor población y ese es el caso por ejemplo del Estado de México, qué es el gran ganador de esa reforma y ¿quiénes son los grandes perdedores? los Estados que crecen a un ritmo mayor y también cobran mejor los impuestos”.
Bajo este contexto lo que están pidiendo los Gobernadores – con justa razón – dice el ex Senador, es que es momento de revisar la Coordinación Fiscal y de revisar ese Acuerdo de Voluntades, e incluso la Ley de Coordinación Fiscal en el caso de que los 10 Gobiernos de la Alianza Federalista decidan seguir coordinados.
El escenario permitiría incluso ir por una reforma mucho más profunda y calificar qué impuestos cobran los Estados y qué impuesto cobra la Federación.
SOLUCIONES FISCALES
Roberto Gil Zuarth detalla que una posible solución podría ser llevar a la Constitución la especificación de que orden de Gobierno cobraría tales impuestos y como dialogan Estados y Federación para efectos de contribuir al gasto público nacional.
Otra solución es revisar las fórmulas de la Coordinación Fiscal o bien, los términos de los Convenios que se ratifican año con año, al manifestar los Estados su disposición de seguir coordinados y dejar de utilizar sus facultades de origen y que sea la Federación la que cobre los impuestos.
La propia Ley de Coordinación Fiscal contempla procedimientos para dilucidar los conflictos de la Coordinación Fiscal, por ejemplo, para ello cuenta con órganos como, la Reunión Nacional de funcionarios fiscales, mecanismos de impugnación específicos como el juicio de Coordinación Fiscal e incluso varios de los órganos de la Coordinación Fiscal tienen la facultad para recomendar al Congreso hacer ajustes a la Coordinación Fiscal.
Con esto refiere que no todo se define en la descoordinación, esa considera es una visión muy primaria de cuál es la complejidad de la discusión sobre las responsabilidades tributarias y también los derechos que tienen los Estados frente a la Federación.
Yo creo que la propia Constitución y la propia Ley de Coordinación Fiscal, los principios del Federalismo Cooperativo dan soluciones para qué sea más justo el trato fiscal, en lugar de tener este modelo donde se trata muy mal a los Estados que son productivos”.
TAMAULIPAS Y LA INJUSTICIA PRESUPUESTAL
En este mal trato que reciben los Estados, Tamaulipas por ejemplo, de cada peso que manda a la Federación, únicamente le regresan 14 centavos, cuando empezó la Coordinación Fiscal, le regresaban 40 centavos, lo que indica que a lo largo de 30 años el estado de Tamaulipas a perdido esos recursos que con mucho esfuerzo aportan los ciudadanos, con la riqueza natural, con el trabajo de la gente y con las ventajas comparativas y competitivas que tiene el Estado.
Así es fácil entender señala, que Tamaulipas está ayudando a financiar otros Estados menos productivos, con menos intención e interés de ser más eficientes.
“Lo que hay que insistir es que la revisión de la Coordinación Fiscal no implica la ruptura del pacto Federal, al contrario se fortalece con un trato mucho más justo a los estados de la federación”.
EL BENEFICIO PARA EL GOBIERNO FEDERAL
Si hay voluntad política para entrarle con soluciones a este tema, Roberto Gil señala que puede salir fortalecido no solamente el país, sino también el Gobierno Federal que actualmente carga con muchas de las ineficiencias de los Estados.
Sí ajustamos la coordinación fiscal y ponemos a trabajar a los Estados, la Federación va a poder hacer más con los recursos que tiene, estamos en un sistema profundamente atrofiado que ya no genera ningún incentivo a tener mejor desempeño económico y fiscal, premia a los que no les quieren echar ganas, hace depender a las entidades federativas de la federación”.